Cada día más obsesionados con la productividad, y amigos y amigas no puedes ser más productivo que productivo.
Hacer más y conseguir más es como un honor. Ser la persona que más trabaja (lo que llaman “hustle” en Inglés) parece que es un mérito supremo. Es el camino hacia la productividad pensamos.
Sin embargo, desde mi experiencia, en mi persona y con otras personas, no lo creo así.
Demasiada productividad mata la humanidad
Aquí está uno de los mayores defectos de nuestra sociedad moderna: la productividad es un concepto que nació en la economía industrial para medir el resultado de las máquinas.
El único “pero” es que no somos máquinas, somos humanos y por lo tanto, tenemos:
- Espíritu.
- Alma.
- Bioritmos.
- Intuición.
- Autenticidad.
- Carisma.
- Miedos.
- Racionalidad
- Irracionalidad.
Lo que veo es lo siguiente, personas frustradas por no ser productivas, cuando quizás ya lo son. Lo he comprobado en Stand OUT Program, en IG, en Engage Worldwide, en el programas Inconformistas, en conferencias, talleres.
La productividad está fuera de la productividad
En abril desconecté por completo de nuevo (como cada 6 meses) por casi 11 días. Ahora cada dos semanas desconecto un día entero, me aislo del mundo. La semana pasada llegué a casa desde Chile (había estado fuera desde principios de marzo). Ahora marcho a Marbella, Tomorrowland, Ibiza, República Dominicana, Colombia y Estados Unidos hasta mediados de septiembre.
Por alguna razón, algo en mi interior me dice, Isra más tiempo para “digerir” todo el crecimiento y experiencias que estás viviendo. Entonces dije, aislamiento y desconexión. Además dije, más profundidad, octubre Vipassana en Ávila.
Es difícil describirlo pero está claro lo que llevo sintiendo desde hace bastantes meses:
Pausa. Baja el ritmo. Desacelera. Permanece quieto y enriquece y alimenta tu dimensión emocional y espiritual lo que necesita.
Solo hay un pequeño problema, se supone que tengo que ser ultraproductivo en todo.
En el pasado, habría ignorado esa sensación y habría arrasado con todo lo que tuviera por delante. Me hubiera dicho, “no has conseguido nada Isra”, “si quieres conseguir algo necesitas ir más allá” o “es el precio que tienes que pagar por la victoria”. Sin embargo, en este momento lo veo de una manera distinta.
Está genial ser ultraproductivos, pero el alma debe ir siempre por delante.
Trabajar-te como prioridad
Así que para ser realmente ultraproductivo (vivir mejor la vida al final) he puesto “trabajar alma” como una de las principales prioridades de mis días.
Invierte tiempo en dormir tanto como puedas, meditar, descartar tus restricciones, escribir y volcar sin parar aquello que hay en tu mente, no pensar tanto. Pasar más tiempo sin hacer nada. Pasear sin rumbo. Permitir que tu mente divague. Dar las gracias. Aceptar lo que eres. Nombrar sensaciones negativas o destructivas…
Como resultado, tendrás clara cuál es tu misión de vida y trabajo y cómo llegar a ella. Actualizarás de forma significante lo que hay dentro de ti, mejorar tu identidad y potenciar tu propio sistema operativo. Te sentirás renovada/o y más en paz contigo misma de lo que puedas recordar. Esto, junto a la alimentación y el deporte, es el mejor turbo para la ultraproductividad.
¿Productivos? No.
¿Con alma y propósito? Sí por favor.
Recuerda, eres una persona. No una máquina.
Atribución imagen: UN Women.
2 comentarios
Esto sobre que dices es una enfermedad y no productividad. Sabes, siempre encontrarás trabajoholicos pero despues de leer esta nota parece que la productividad casi mata 🙂 Pero si se quiere obtener una productividad, a la vez pensando y usando p ej. metodologías ágiles como kanbantool.com/es/ esto puede resultar solo positivo. Porque con productividad lo que ganamos es el tiempo.
Depende en qué inviertas tu tiempo y cómo lo inviertas y qué resultado produzcas.