Sí y no, no y sí… ¿Cuál es la diferencia? ¿La hay? ¿Importa?
Hace unas semanas terminé el experimento Sí VS No. 10 días diciendo sí a todos seguido de otros 10 días diciendo no a todo. Pasando de un extremo a otro para apreciar las diferencias y contrastes de una vida dedicada a complacer, el sí, y otra dedicada a complacerte, el no.En lo que se refiere a conclusiones finales, me gusta darme unas semanas para reflexionar y ver qué ha cambiado en mi comportamiento y actuaciones diarias.
Primero, este es el vídeo del final de la primera fase, los 10 días de sí a todo. Este otro pertenece a la segunda fase, 10 días de no a todo. Hoy desarrollo las diferencias, contrastes y conclusiones finales de ambos, la mezcla de todo.
Cuadro de mando al completo
Como en cada experimento, he utilizado un cuadro de mando que ha permitido realizar un seguimiento a cada día. Los parámetros estaban explicados en los anteriores informes, pero el cuadro de mando no, aunque podrás encontrarlo aquí.
Cuando ojeo el cuadro de mando, a simple vista, he vivido con más problemática cuando he practicado el “sí a todo”. Esa sería una de las conclusiones rápidas de apreciar.
Contrastes
- El “sí” te somete, mientras el “no” te libera.
- Cuanto más dices “sí” más propenso eres a romper emocionalmente hablando. Por lo contrario, el “no” te aterriza, te estabiliza, te permebiliza.
- El “no” te garantiza el control, mientras el “sí” significa dejar marchar ese poder.
- En esencia, “sí” es sinónimo de vulnerabilidad, desprotegido. En cambio “no” de una manera u otra, te hace más invulnerable. Levantas una barrera.
- “Sí” te hace ser menos valorado, mientras “no” te hacer ser más tomado en cuenta.
- Utilizar el “sí” logra que abandones tus prioridades, el “no” las retoma.
- “No” es decepcionar ahora para encantar luego, en muchas ocasiones. “Sí” es encantar ahora para decepcionar luego, en muchas más ocasiones que en el lado opuesto.
- Dar un “no” cuando debes decir “sí” cuesta menos que dar un “sí” cuando necesitas decir “no”.
- Las personas que saben usar “no” viven más tranquilas interiormente que las personas que solo saben decir “sí”.
- “Sí” para personas “no” es complicado, como lo es “no” para personas “sí”.
Sí y no, conclusiones finales
- Decir “no” a todo no te hace mejor ni peor, solo te habilita con la habilidad de ganar más tiempo para ti.
- Responder con “sí” a todo te sitúa como una opción interesante para hacer cosas nuevas. Te hace válida para ser seleccionado. Si lo que esperas es eso, ser elegido.
- La incomodidad que he sentido diciendo a todo “sí” no ha he sentido cuando he tenido que trabajar con el “no”.
- A más “no” más soledad, a más “sí”, más gente a tu alrededor.
- Aquello más importante que he aprendido de este experimento no es aprender a dar un “sí” o “no”. Sino a saber cuándo y cómo utilizarlo, sí y no, ambos son poderosos. El secreto está en valorarlos por igual y entonces darles el peso necesario dependiendo de la situación y persona.
- Ni todo es “si” siempre, ni todo es “no” siempre. Como decía arriba, cuando te mueves en los extremos de ambas cosas, tan pronto como seas consciente de la elección y utilización de un “sí” o un “no”, podrás reconocer cuando debes utilizar uno u otro.
- Después de esos 20 días de experimento, me quedo con el “no” en mayor proporción. Se aprende más, se crece más, se es más y se vale más que con el “sí”.
Sí y no, dos armas efectivas y dolorosas al mismo tiempo, las dos.
Photo credit: richoz.