Aquella en la que la gente que amas sufre. Los que más te importan abandonan este mundo. Los pocos que te encantan pierden su batalla. Las personas que adoras y admiras; amigos equipo y familia se desvanecen y desaparecen. Las personas que merecen la pena, dejan de creer en si mismas. La gente por la que has luchado entrega su rendición.
Esta es mi historia de miedo.
¿Cuál es la tuya?
Photo credit: Benjamin Rudstrom.
7 comentarios
Contundente, demoledor.
Bellísima y real, cruda y contundente historia de miedo Sofía, gracias por compartirla, una aportación vulnerable y valiente.
Gracias Isra por el post. Creo que has expresado muy bien nuestra vulnerabilidad al miedo.
Creo que diariamente tenemos miedos del camino desconocido. Eso es lo que más miedo produce en la sociedad occidental.
Cuando te vas a casar, tener un hijo, cambiar de ciudad o dejar un trabajo aparece ese miedo a lo desconocido «¿Qué pasará?»
Es curioso que por el contrario, en las sociedades orientales el pensamiento sea otro, cualquier evento que genera incertidumbre en la vida de una persona no se ve con miedo, se ve como un nuevo mundo de infinitas posibilidades que aparecen en la vida de esa persona. Hay que intentar ver la incertidumbre de nuestra vida con ese prisma.
Por otro lado, quería recordar algo que he escuchado hace poco tiempo.
«Lo contrario del miedo es el amor. Pon amor en todo lo que haces y el miedo estará bajo control.»
A mí me falta interiorizar más esto y dejar de lado vergüenzas y otras chorradas limitantes para poder expresar ese amor.
Un saludo Isra.
Más que miedo panico. Esa sensación de que no quieres que amanezca por que no sabes como enfrentar el día. La impotencia que te arropa cuando te das cuenta que en tu país el futuro se empeña por una coyuntura política que beneficia a un grupito que no se asume sino es desde el poder. Panico a vestir con sensibilidad la piel y no saber con que cubrirla por que todo lo que la roza la quema. Panico, temor al hacerme consciente de que me pierdo a mi misma y solo logro controlar algunos momentos que me enfrentan y me hacen levantar. Pánico que inmoviliza tus huesos, para la respiración y te deja tendida en una cama anhelando que sea para siempre.
Gracias por compartir tu historia de miedo Maribel.
El amor destrozará al miedo (y a tus enemigos), muy cierto José Luis. Gracias por expresar tu historia de miedo, aunque me da que hay una todavía más profunda, intuición, quizá esté equivocado, probablemente.