Hay un mantra tanto como si tratas de ser disruptivo para mejorar tu posición competitiva o entrar a un nuevo mercado, como para ofrecer productos innovadores o lanzar una nueva start-up. Ese mantra es velocidad como valor diferencial.
¿Qué significa «velocidad como valor diferencial»?
Cinco factores:
- Velocidad en marketing – disponer de contenido listo para rápidamente lanzar y desarrollar nuevos productos.
- Velocidad en diseño y creación – poseer el personal adecuado y preparado para diseñar y prototipar el doble de rápido que de costumbre.
- Velocidad en implementación – implementar en semanas o meses, en lugar de en años.
- Velocidad en ingresos – lograr que nuestro negocio / proyecto crezca rápido con el mínimo coste inicial.
- Velocidad en respuesta – desarrollar una estructura de servicio que permita dar respuesta en horas, o incluso en minutos, y no en días.
Estos días, durante El Viaje, estoy aprendiendo mucho sobre la velocidad como valor diferencial. Primero por proyectos como Cibergestión by BC LATAM donde desde hace menos de un mes dirigimos desde IG el marketing 360º de toda la compañía (Perú, Colombia, México y Chile). Segundo por la agilidad que necesito tener trabajando en tres franjas horarias (España, Latinoamérica y Australia). Tercero y último, por los diferentes emprendedores, directivos y fundadores de startups con los que he interactuado desde que llegué a Melbourne hasta ahora que dejo Sídney. Joe, Grytt, José de Oliveira, Jo Pretyman y Andrew Bouchier.
Consideraciones
Es importante entender que el mantra de Silicon Valley, «falla rápido, a menudo, y rompe cosas» no siempre funciona en cualquier ecosistema.
Hay algunas industrias, como por ejemplo las aseguradoras, los bancos o sus proveedores, quienes operan con cualquier cosa que pueda darles velocidad. Ese mismo estancamiento en avances tecnológicos crea la misma oportunidad que los disruptores buscan explotar. Hay una gran oportunidad de utilizar la velocidad como valor competitivo.
Hay muchas industrias donde la velocidad sin prudencia equivale a caer en picado. Será otra buena idea malgastada por las peculiaridades de la industria que tratan de surfear.
Cómo usar la velocidad como valor diferencial
Tendrás que moverte rápido. Tendrás que empujar y lanzar nuevos productos y nuevas actualizaciones, en plataformas ágiles y open-source. Lanzarás, monitorizarás, aprenderás e iterarás una y otra vez.
Empieza por utilizar los cinco indicadores arriba mencionados y desarrolla tu trabajo, negocios, proyecto o idea alrededor de ellos. Y acaba por aplicar estas claves para innovar a más velocidad.
En una economía disruptiva y digital, la velocidad es un activo de valor incalculable.
Velocidad en decisiones y ejecución es un valor que marca la diferencia.