Lo veo casi cada día. Abandonamos muy rápido, vencidos por el estrés.
Nos vamos para casa a la primera que recibimos un «no».
Cuando alguien nos rechaza, nos hundimos.
Si encontramos un límite, reculamos.
Echamos la culpa a la economía cuando trabajamos en un proyecto y no sale.
Maldecimos a nuestra genética cuando no logramos perder peso.
Nos frustramos cuando no gustamos a otros.
Pensamos que no valemos cuando alguien decide no ayudarnos.
Nos quebramos cada vez que algo se complica más de lo normal.
Es decir, una vez pruebas el estrés, no quieres volverlo a probar de nuevo.
Así que bajas los brazos y dices «me ha superado, estoy roto, no quiero hacerlo más».
Estamos tan engañados…
El estrés te propulsará
No se puede ser imparable si no dejas que el estrés, la tensión y la complejidad formen parte de ti. Son necesarios para la evolución.
No hay semilla que no crezca sin abono.
La porquería construye el carácter.
La basura te da el factor de empuje que necesitas.
La mierda te hace llegar cuando no sientes que vas a llegar.
Todo el mundo acaba bajo un montón de lodo, eso es justo lo que te ayuda a asomar la cabeza entre toda esa suciedad. Es entonces cuando acabas saliendo por completo.
Te cuento algo, nunca dejo a nadie decirme «lo hicimos lo mejor que pudimos», porque solo es verdad un 000000.1% de las veces.
No podemos ser vencidos por el estrés
¿Sientes que deberías dejarlo? No lo hagas.
¿Piensas que deberías esconderte? No.
¿Parece que no lo vas a conseguir? Mantente firme.
¿Te dicen que no podrás? Claro que sí.
No creas nada.
No cedas ante nada.
Hoy llegamos al tercer y ultimo día del Programa de Excelencia en Talavera de la Reina. Cada ciudad es un desafío diferente, cada grupo de personas una oportunidad de crear algo importante. Nunca puedes predecir lo que vas a encontrar, nunca sabes que va a pasar. Entraron 110 candidaturas, 56 personas fueron admitidas, de las cuales se presentaron 26. No obstante, una persona abandonó por la mañana del primer día, tres no volvieron el día dos, y una fue invitada a marcharse en mitad del día de ayer.
No todo el mundo estará dispuesto a sacrificar lo que se requiere para alcanzar la grandeza.
Ellos sí. Tú sí.
¿El resto? Seguirán siendo vencidos por el estrés.
