Vigílate a ti mismo y a nadie más que tú…
«Es condición y característica de una persona no instruida no esperar nunca de sí mismo provecho ni daño alguno, sino solo del exterior. Es condición y característica de un filósofo esperar todo provecho y daño de sí mismo.
Los signos de quién está haciendo progreso son estos: no censura a nadie, no alaba a nadie, no critica a nadie, no acusa a nadie, no dice nada acerca de sí mismo como si se considerara alguien o conociera algo; cuando se siente contrariado o en dificultad, se censura a sí mismo; si alguien le alaba, ridiculiza para sí a quien lo hace; si alguien le critica, no se defiende; camina como los enfermos, procurando no mover nada de lo que está colocado antes de que esté firmemente asentado.
Aparta todo deseo de sí mismo, y transfiere su aversión solo a aquellas cosas que, dependiendo de é mismo, son contrarias a la la naturaleza; despliega un movimiento moderado hacia todo.
Si se le considera necio o ignorante, no se preocupa; y, en una palabra, se vigila a sí mismo como si fuera un enemigo perpetuamente al acecho.»
(Epicteto – Libro Enquiridión)
Cuando tengas dudas sobre ti mismo, vuelve a leer este texto.
Vigílate.
Atribución imagen: Jens Schott.