11 días sin mentir – experimento

Ayer llegué a los 11 días sin mentiras. Vivir sin mentir durante 20 días, ese es el experimento que estoy realizando.

Aquí encontrarás un pequeño informe sobre lo que ha sucedido en esta primera fase del experimento.

Descubrimientos

Estos son los hallazgos obtenidos a raíz de lo primeros 11 días sin mentiras:

  • Cuando tratas de eliminar la mentira, sucede que sientes una fuerte inclinación a ser más honesto. Serlo de forma abierta y no buscada, si no más decidida y voluntaria.
  • Ha llegado un momento en el que te ves a ti mismo pensando durante 2 segundos si tienes una duda sobre lo que vas a decir. Quizá porque entonces es como si fueras a decir una mentira.
  • En parte, te vuelves más vehemente porque cuando dices todo lo que piensas, lo expresas como lo piensas. Esto es un descubrimiento que estoy disfrutando.
  • Pensar algo y decirlo tal cual lo piensas, en ocasiones puede resultar incluso preocupante al principio. Sin embargo, una vez sorteas el obstáculos varias veces, se hace liberador y necesario.
  • Sucerde que con bastantes personas, sobre todo si no saben que estás en medio de este tipo de experimento, ser más honesto se convirtte en ser más maleducado.
  • Cuando cuentas lo que realmente sientes y no lo que otras personas quieren escuchar, sucede algo que no esperaba. La gente se abre y conecta más y mejor contigo.
  • Al intentar vivir sin mentir, los actos reflejos, reacciones y comportamientos inconscientes son más difíciles de prever y entonces manejar. Ya que la primera reacción del cerebro es mentir de forma que no quedes compemetido, riduclizado y estés a salvo.
  • De todas las mentiras que he dicho, el 90% del total de las mentiras iban sobre quedar bien enfrente a una persona.
  • Es más difícil mentir a un grupo de personas que a una persona. Sin embargo, cuando logras ser honesto y reconoces abrtamente que has mentido delante de un grupo de personas, la sensación de liberación es mayor. A más riesgo, más miedo. A más aceptación ante mayor riesgo, más transformación.
  • Escribir y hablar es más fluido, suena más auténtico y conecta más cuando consideras cero mentiras piadosas.

Aprendizajes

El experimento puede ser más o menos enriquecedor, podrá fallar o no salir como esperabas. No importa, siempre seguiárs llevándote habilidades, experiencias y aprendizajes distintos:

  • He aprendido a dejar de justificarme cuando miento porque estoy haciendo el experimento, es una excusa.
  • Se puede mentir sin mentir. En ocasiones omitir es una forma de mentir. Callar es una forma de mentir, no decir es una forma de mentir. Obviar es una forma de mentir.
  • Rectificar antes de decir la mentira es posible con un poco de práctica, atención y consciencia. Lo he logrado hacer en al menos doce veces. Incluso algo más poderoso, invertirla y decir la verdad opuesta que tienes en tu mente.
  • Cuando sigues las cosas cómo las percibes y entonces quieres expresarte, puede parecer crudo lo que sueltes. Puedes tratar de suavizarlo y pensar «¿Estoy mintiendo?» o puedes seguir con el plan.
  • En estos 11 días he logrado aprender que una cosa es la mentira y otra la historia en tu cabeza. Una cosa es lo que piensas y otra diferentes es cómo lo ves.

Progreso y seguimiento

En este cuadro de mando, encontrarás el seguimiento diario que estoy llevando con el experimento vivir sin mentir durante 20 días. Este es mas cualitativo que cuantitativo. Hay apreciaciones íntimas, profesionales, cotidianas y mundanas.

Es bastante personal, no voy a negar que eso me incita a hacerlo público. Me permite vivir más en paz conmigo mismo, aceptándome y apreciándome tal y como soy. Además de ser honesto contigo, por tu atención y compromiso, lo mereces. Qué bueno sería que todos nos liberarámos un poco. Más vulenrabilidad amigas y amigos.

  • La evolución de las mentiras guarda relación con las personas que me rodeo. He sido más propenso a mentir con gente nueva que con gente que ya conozco.
  • Es más probable mentir cuanto más tiempo pasas con una misma persona. Más que si vas «saltando» de persona en persona.
  • El feedback que recibes a diario cuando no mientes es más significativo, las personas se abren y no te mienten -piadosamente – tampoco.

Conclusiones de vivir sin mentir

vivir sin mentirComo punto y seguido…

Han habido conflictos directos con clientes, por no «quedar bien». El trabajo colaborativo ha funcionado con más tensión, porque lo que dices o haces podría no ser gustadoa más abiertamente que nunca. En las relaciones y en lo personal ha dado pie a momentos muy delicados. Dudo entre si estar contento o no, porque hay pocas que han aprovechado la oportunidad, el otro día lo comentaba entre un grupo de amigos y ellos argumentaban que esta forma es incluso más violenta para quien pregunta que quien responde.

En realidad no veo un gran abismo de cambio entre antes de comenzar el experimento y mientras estoy sumergido en vivir sin mentir. He preguntado en personas que han estado a mi lado y en sus palabras, no ha habido una gran diferencia. El instinto me dice que la razón es que cuando desde dentro sabes lo que eres, con todo lo bueno y lo malo que viene en ello, da igual la dificultad, necesitas algo que vaya en tu contra más radical. En eso trabajaré para futuros experimentos.

Lo que si veo como una ventaja total es la prueba de serte fiel a ti mismo. Vivir sin mentir, no miento tanto como pensaba, pero si hay espacio para ser más honesto con uno mismo.

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10 comentarios

  1. Difícil lo de no mentir, Isra. En esta sociedad que premia la mentira y las apariencias…
    Muy buen experimento el de estar 20 días sin decir una sola mentira. Por otro lado la verdad y la mentira a veces son relativas, pero pienso que todos sabemos cuando estamos mintiendo, lo que ocurre que hacemos un personaje de nosotros mismo y nos ponemos en el lugar del otro para así decirle lo que el quiere escuchar y a nosotros también nos interesa decir, para así quedar bien.

  2. Lo importante Miguel, creo, es lo que te llevas de cada experimento, ninguno es un fracaso total, ni un éxito absoluto. En este caso, las mentiras pueden ser el medio, el fin puede ser algo dfistinto y todavía más valioso que no mentir, ni a uno mismo ni a los demás. Todos lo sabemos, estoy de acuerdo contigo. Somos lo que hacemos, no lo que decimos.

  3. Me encanta, es la primera vez que me encuentro a alguien reconociendo que miente. Y además de una forma sana, intrínseca al ser humano #somosasí Aunque de todas formas sigo pensando que es muy difícil ser totalmente honesto. A veces no lo somos ni con nosotros mismos. Y estoy muy desacuerdo que te puedas llegar a convertir en un maleducado por no mentir. Pienso que al final de lo que se trata es de ser tu, nada más, y si molesta a alguien que les den… hay que practicar más el egoísmo sano y dejar de mentir. Creo que las energías fluirían más y mejor. Gracias ◉‿◉

  4. ¿Ves? Siempre mejoras, aprendes y encuentras algo nuevo, gracias a tu comentario me he dado cuenta de que soy capaz de reconocer que miento. El resto, como tod, es cuestión de perspectiva Mireya. Somos como somos, impredecibles, únicos.

  5. Mas que un vicio diría que es una costumbre incrustada. No son necesarias y sí lo son, creo. Lo hacemos por un millón de razones, creo.

  6. Estoy completamente de acuerdo, el experimento es incluso más importante. Y al hacerlo contigo mismo, lo que aprendes es algo muy valioso, dado que lo experimentas con tus propios sentimientos, valores, pensamientos, etc.

  7. Brillante y transformador Isra!!! Felicidades por tu valentía!! Me han gustado tanto tus reflexiones y aprendizajes, que creo que también voy a probar con este experimento!! Resultas inspirador y humano como siempre.

    Te comento algunas cosas que me ha suscitado tu post:

    1.- Es sorprendente como al comportarte de forma más sincera, la gente puede conectar más contigo, cuando en un principio podría esperarse todo lo contrario.
    Supongo que es porque una persona que no necesita mentir ni «quedar bien», es menos manipulable y por lo tanto más auténtica como bien apuntas.

    2.- Estoy totalmente de acuerdo contigo en que omitir lo que sientes es una forma de mentir. En este último año he expresado más que nunca lo que siento y me he sentido mucho mejor conmigo mismo. Las otras personas han reaccionado mucho mejor de lo que me esperaba, así que lo seguiré haciendo.

    3.- Creo que es muy interesante esforzarse en mentir lo menos posible con las personas nuevas, porque como explicas, la tentación y la tendencia natural a hacerlo son mayores. Sin embargo, con las mentiras, a la larga construyes una identidad paralela en ojos de los demás, que cuesta demasiada energía y tiempo mantener. No vale la pena.

    4.- Respecto al cuadro de mando ¡es lo más humano que he visto en años! Muchas gracias por ser tan generoso de compartirlo. Me ha hecho sonreír recordando mentiras que yo también he dicho. ^^

    Un fuerte abrazo y con ganas ya de leer el resultado final 😀

  8. 1. Eso mismo concluí David.
    2. Cuando lo haces, no quieres parar de hacerlo, la sensación es muy auténtica.
    3. Exacto. El problema es que queremos ser gustados a toda costa.
    4. Es más «cualitativo» sí.

    Seguimos.

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