Si fuera artista de música electrónica…

  • Si fuera artista de música electróica, pasaría menos tiempo publicando fotos y más tiempo en el estudio.
  • Si resulta que ya estuviera pasando mucho tiempo en el estudio, entonces me decantaría por pasar demasiado tiempo en el estudio. Se ha demostrado que los excesos te llevan más allá de lo que llegan otros.
  • Produciría, produciría, produciría y produciría hasta que mi mente colapsara. Luego lanzaría paulatinamente todas esas producciones para medir y analizar el impacto que va teniendo en el mercado y en aquellos que están dispuestos a escucharme.
  • Perseguiría esas conexiones para conocer a aquellos que encanto con mi trabajo y me dedicaría no a encantarles, sino a maravillarles. Obviaría el resto de público, promotores, clubs y otros.
  • No esperaría a que Defected o Cocoon vinieran a contratarme. Crearía mi propio sello discográfico, como hicieron los Suruba y/o Edu Imbernón y me pasaría años creando la mejor marca profesional posible, la de no levantar la cabeza de los platos, hasta que un día el éxito me atropellara.
  • Envolvería mi trabajo entorno a una historia que resonara con unos pocos, al principio, que tuviera alma y que por supuesto me apasionara, que fuera parte de mi estilo de vida y lo que amo, como ha hecho Coyu con Suara.
  • Alrededor de ello, construiría mi propio mini-imperio, sin prisa, pero sin pausa. Sería una manera de diversificar negocios mientras expando mi trabajo, marca, pasión e historia.
  • Crearía mi propia fiesta, para unos pocos, para los fieles, y ellos no sería cargados por la entrada. Las consumiciones serían un 40% rebajadas para todos ellos. El resto, podría venir, serían tratados excelentemente, claro, pero pagarían como uno más.
  • Me preocuparía más por tener base de datos segmentadas, mejor, ultra-segmentadas.
  • Poscionaría detrás un equipo de profesionales del marketing digital (de verdad) como Aitor Contreras y Álvaro Villa. A los cuales realmente exprimiría como hacen Chus y Ceballos y otros.
  • Me iría a Burning Man a tocar, obvio, montaría mi propio chiringito y generaría un alboroto bastante considerable. Sería divertido y si lo hago bien, generaría oportunidades de negocio.
  • Haría «tests de productos» con mis clientes potenciales, no, no son todos los “fans” en mi página de Facebook, son una tercera parte (muy afortunadamente) de todos ellos. Los buscaría y les daría a probar mi producto, la música, antes que a nadie.
  • Crearía un brandbook realmente potente para mostrar los resultados de mi trabajo. Para esto contaría con los mejores, Odosdesign  o PimPam Estudio. Obviamente la marca y la historia iría antes.
  • Sin duda, utilizará el vídeo-marketing para tratar de mejorar el branding a mi marca, elegiría algo parecido al concepto Beyond the Artist de wattshake.
  • Me divertiría exageradamente con cada promotor que mide mi éxito por followers en Twitter, Fans en Facebook, visitas en mi canal de Youtube o seguidores en Instagram. Presentaría un informe de analítica con resultados extensamente más interesantes.
  • Lanzaría más campañas cross-media y subiría menos fotos a Instagram.
  • Crearía informes de interacciones para poder medir que me reporta el trabajo que diariamente hago en la web social.
  • Contrataría a un manager o tour manager más inteligente, atrevido y profesional que yo, no lo contrario.
  • Dejaría de estresar y ahogar a los profesionales que quiero – y espero – tener al frente de mi negocio, con el fin de que puedan desarrollar mejor su trabajo y lograr los objetivos que deseo de ellos.
  • Situaría mi ventaja diferencial en la innovación disruptiva, y todo lo que ella puede hacer por mí, más que en los anuncios de Facebook o los selfies con famosos.
  • Me enfocaría en mi audiencia cliente e ignoraría a la audiencia anónima.
  • Invertiría mis esfuerzos al largo plazo, no al corto. Desarrollaría una estrategia de apalancamiento y escalabilidad utilizando activos digitales y no digitales.
  • Dejaría de utilizar el marketing del atontamiento, lo cambiaría por el del valor.

artista musica electronica

Vaya, por un momento había olvidado lo más importante, no soy artista de música electrónica.

Bonus: no, todo no está hecho, queda más del 50% por hacer.

Photo credit:Qwartz Awards.

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.

Un comentario

  1. Muy interesante artículo. Cambiando prepspctivas sobre estrategias para este tipo de artistas. Genial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.