Hay 2 formas de hacer marketing, marketing sucio y ruidoso, y marketing limpio, claro y con una gran señal.
Ejemplos de lo segundo:
- Voy a persuadirte siendo claro, directo o contundente.
- Quizá no te gusten mis formas, mejor eso a que yo trabaje para gustarte.
- Si no hay resonancia no hay forma de que hagamos nunca nada, a menos de que un día surja esa sintonía.
- Te voy a vender cuando acabe la masterclass gratuita.
- Puedes abandonar el lugar cuando te haya dado todo el valor que necesitas.
- No tienes por qué comprar nada, estoy aquí para ti.
- Trabajo para ti durante un mes, comparto contigo lo que más creo que puede impactarte. Y sí, lo hago porque puedo, me apetece y debo.
- No dejes ningún mensaje que no tenga tu esencia, es incluso mejor que no digas nada.
- Las críticas son oportunidades y los reconocimientos distracciones.
- Cada día, personas que apuntan a mis errores en público y con negatividad, me ayudan a mejorar más que el resto.
- Seguir lo que hace todo el mundo para vender porque todo el mundo así, es algo que pagarás caro.
- Crear es un acto más personal que empático, aunque la creación, si es humana, acabará conectando con los demás.
- Cuando alguien me critica, ataca o muestra cinismo u odio contra mí, solo sé que hay algo en el marketing que hago que funciona, porque incomoda y molesta.
2 formas de hacer marketing: ¿Ruido o señal?
Estamos equivocados sobre cómo hacer marketing de impacto (señal) y cómo vender (ruido)
Es improbable que vendas mucho online, porque estás vendiendo como venden todos. Demasiado ruido.
Es casi imposible mantener una conversación sustantiva en un campo de fútbol. Demasiado ruido.
Ver a los políticos hablar es algo que cansa, porque no dicen nada. Demasiado ruido.
La relación señal-ruido sirve para medir cuánta aspereza tenemos que limar para llegar al corazón del mensaje.
El debate que hay que mantener cuando tu mensaje no llega es: ¿Hay demasiado ruido en el mundo, es mi señal demasiado débil o estoy escondiendo algo?
Internet es el canal de comunicación más ruidoso que nunca se ha desarrollado. Además de que posee una señal muy pequeña, una que hace difícil apreciar los pequeños y valiosos detalles.
Cuando todo el mundo tiene un micrófono y la capacidad de vender e impactar (positiva o negativamente), entonce puedes esperar lo que sea, incluso aunque estas personas no tengan nada que añadir o lo que aporten sea basura.
Una solución es encontrar un lugar calmado y quieto donde tengas algo que decir. Otra solución es que lo que digas trascienda silos, sea vulnerable, imperfecto, honesto e íntegro (ambas soluciones podrían implementarse perfectamente). Ahora (en este espacio lleno de chillidos, lleno de spam) podría no ser tan apropiado como después, sobre todo en un lugar que tú te has ganado, haciendo algo que marca la diferencia, diciendo lo que te importa, a las personas que están escuchando.
Corta el ruido, elimina los escondites, mejora tu señal, sé la verdad, aunque duela.
Eso es marketing bien hecho.
Atribución imagen: buterfly nihon.