43

[Escribe Isra y edita y publica su equipo] – Hoy celebro estos 43 años contigo compartiendo estos 43 nuevos códigos de vida.

43 Códigos de life Mastery

  1. Solo hablo de algo que, al menos, he probado 10 veces; explico algo que, como mínimo, he practicado 100 veces; y enseño algo que he experimentado más de 1.000 veces.
  2. Trabajo para impactar, no para llenar una identidad inexistente; me utilizo a mí mismo como vehículo de cambio y transformación.
  3. Elimino toda culpa, pena, sabotaje o arrepentimiento de cualquier decisión, acción, pensamiento o emoción.
  4. Agradezco las adversidades y reconozco como maestro a cualquier persona que se cruza en mi camino.
  5. Carezco de valor a menos que sobresalga de mí mismo y del sufrimiento para permanecer inamovible y tranquilo en medio de la tempestad.
  6. Siento el miedo, dejo que me penetre, converso con él, lo comprendo y, entonces, lo utilizo de forma valiosa.
  7. Deposito el peso justo a las opiniones, consejos y recomendaciones que otros comparten conmigo. Ignoro el asesoramiento no solicitado.
  8. Interfiero en lo que puedo intervenir e influir; suelto todo lo que no. Despierto comprendiendo todo lo que debo dejar marchar.
  9. Cancelo el pasado, evito el futuro y experimento el presente que sucede a cada instante.
  10. Quito importancia, explicación y detalle a lo que hago.
  11. Armonizo mis intenciones, propósitos y deseos con la realidad que ahora mismo ocurre.
  12. Cuanta más prisa tengo, más detengo el ritmo de mi velocidad.
  13. Dejo pensamientos, planes, estrategias, expectativas o hipótesis en la nube para, entonces, conectar con mi centro y actuar desde él.
  14. Ante una crítica, ataque, consejo o ayuda, observo y averiguo desde qué lado esa persona está actuando así y qué estoy proyectando yo para que ese sea su comportamiento conmigo. Trato de identificar la trastienda de otros sin juicios.
  15. Comprendo que mi forma de vivir, pensar, actuar y experimentar —y, sobre todo, La Gran Victoria— puede transgredir los pilares de vida de otras personas, incluso de aquellas que considero mis mejores amigos y familia.
  16. Estudio con cautela y vigilia a quien da consejos en privado; me alejo de quien los da en público.
  17. Acompaño a personas desde su propio liderazgo; me acompañan personas que me incitan a liderar mi propia vida.
  18. Antes de compartir algo me pregunto: “¿Qué busco al compartir esto?”.
  19. Para dejar de juzgar a otros, primero tengo que dejar de juzgarme a mí mismo.
  20. Suelto, precisamente, lo que más angustia me da soltar.
  21. Unifico y universalizo. Todo está incluido en el universo; no hay bien ni mal. El demonio y Dios son la misma persona; lo que antes era positivo ahora puede ser negativo y viceversa; la fortuna puede convertirse en infortunio y viceversa. Es cuestión de perspectiva.
  22. Abrazo las contradicciones, por muy contrarias a mí que puedan ser.
  23. Cuando utilizo “Yo” me refiero a “todo el mundo” y “todas las cosas”.
  24. Sé lo que voy a hacer, y eso es lo único que se requiere. Nadie más necesita saberlo.
  25. Entreno a diario para estar en armonía; es decir, que no exista separación ni diferencia entre lo que pienso, lo que siento y lo que hago.
  26. Lo que me amenaza no existe si no hay un “yo” que pueda ser amenazado.
  27. Quito el audio, tanto a personas como a mí mismo, y solo juzgo las propias acciones.
  28. “Silencio” es lo primero que me digo, siento y pienso antes de iniciar el primer movimiento, soltar la primera palabra o dejar escapar el primer sentimiento. El control sobre mí mismo es la escuadra y el cartabón de mi vida.
  29. Obtengo lo que quiero sin obtenerlo (Mushotoku), porque hago lo que hago sin provecho, sin objetivo, sin objeto, sin perseguir. Y sea lo que sea lo que obtengo es lo que quiero recibir, justamente tal cual.
  30. Medito para nada, medito para sentarme; me siento para sentarme (Shikantaza).
  31. Sonrío cada vez que me sorprendo a mí mismo intentando convencerme de que estoy equivocado o de que no debería haberlo hecho así, o no debería haber sentido o pensado eso. Sonrío sin fricción, sin burla, sin ironía; sonrío con bondad y compasión.
  32. Tiendo la mano a mi lado oscuro; me convierto en amigo, admirador y compañero de mi sombra. La integro en cada parte de mi vida, siendo todo lo honesto que pueda ser sobre ella, conmigo mismo y con quienes me rodean. Vamos juntos de la mano, inseparables, en cada circunstancia.
  33. Intercedo y participo únicamente en mis propios asuntos; me aíslo radicalmente de cualquier tema que no tenga que ver conmigo. Me mantengo al margen de alabanzas y críticas, de problemas y soluciones, de opiniones o juicios. No intervengo.
  34. Actúo sin tiempo; intento no verme afectado por ninguna restricción temporal que yo pueda establecerme a mí mismo. Realizo las actividades sin ser influido por el tiempo, sin ser limitado por la duración ni por un comienzo y un final estipulados mucho antes de empezar. Me desligo del concepto de tiempo.
  35. Consagro toda mi vida, existencia y energía justo a lo que estoy haciendo, a lo que estoy siendo, pensando y sintiendo. “Yo” soy lo que soy que soy.
  36. Conviene no olvidar nunca que cada cosa viene con su opuesto; la ecuanimidad es la herramienta para una vida alegre.
  37. Amo, acepto, cuido y considero ese pensamiento, reacción o sentimiento que hay en la esquina y que siempre acaba siendo rechazado, dejado de lado, ignorado o pasado por alto.
  38. Dejo que la oscuridad y la luz sean una sola cosa.
  39. No necesito nada externo para ser mejor dentro.
  40. Soy consciente de que nada importa lo que fui o hice, o lo que haré o seré; solo importa lo que ahora mismo soy, hago, pienso, siento y decido.
  41. Parte de mi trabajo es ver la bondad, la benevolencia, la compasión, el amor y la energía a través de la oscuridad mía y de otros.
  42. Comprendo que “no soy” nada de lo que creo, pienso o me repito.
  43. Vivo la vida como el ave fénix: desintegrándome en cada momento, consumido por mi propio fuego y renaciendo del mismo al instante siguiente, en un proceso perpetuo de extinción y renacimiento hasta el fin de la eternidad.

43 años dibujando el mapa

Como cada año, desde los 30, escribo sobre aprendizajes, reflexiones, lecciones o mensajes que me llevo del gran maestro, la vida. Cuando cumplí 40 se me ocurrió publicar los primeros 40 códigos de la maestría de vivir que he ido extrayendo desde el experimento de La Gran Victoria. Cuando llegué a los 42 fueron otros 42 códigos nuevos los que compartí. Hoy son estos 43 nuevos códigos de un total de 628 que resumen toda mi vida.

Lo tenemos.

Isra Garcia 43 códigos de life mastery

Nos vemos en 2026, a la vuelta de La Gran Victoria.

Qué gran victoria.

Gracias por estar aquí, gracias por “tú”

Vamos a por estos nuevos 43.

El viaje continúa.

PARTICIPA EN UN PROGRAMA EVENTO, EXPERIENCIA, TALLERES TRASCENDENTALES DE ISRA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.