El sistema y el status quo ha trabajado durante siglos muy duro para hacernos creer y pensar que todo lo que hacemos, decimos y somos, puede encajar perfectamente en un tipo determinado de molde, modelo o proceso. Algo que es predecible y reproducible en escala. Fácilmente identificable y categorizable.

Quizás eso sea cierto para la media del total de la población. Sin embargo, esa creencia o mito ignora ese pequeño grupo que cambió, cambia y cambiará la historia de la humanidad.

Lo que es una regla universal para el mundo entero no aplica para una sola persona. Ni nunca aplicará.

Cada uno de nosotros somos una combinación de diferentes cualidades, habilidades, rasgos, aptitudes y actitud sumado a multitud de necesidades, creencias, sesgos y deseos. Esto es exactamente lo que nos hace humanos y por lo tanto capaz de realizar aquello más extraordinario que jamás podamos haber soñado jamás. Una explosión controlada de genialidad.

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