Hago muchas cosas, algunas mejor y otras peor, pero hago muchas cosas y eso está abriendo puertas y caminos que nunca pensé que exploraría.
El marketing abrió uno de mis primeros caminos, este llevó al marketing digital y al social media marketing. Este sendero me llevó a la comida consultoría, a la oratoria, a presentaciones y talleres. Esa ruta me abrió las puertas a la formación, a la transformación digital y de negocios y a la innovación.
Abriendo la puerta a lo nuevo
Eso mismo abrió las puertas de la reinvención y de la disrupción. Una explosión dentro de mí ocurrió, entendí la convergencia entre lo digital y lo humano (Human Media). Entonces me di cuenta de que no existía un mapa (Mapmakers), lo acepté y fluí con lo que vino. Tanta improductividad, intento, fallos, pruebas y deporte a un nivel inesperado (Ironman, Ultraman…) empezó a generar algo más que productividad, la ultraproductividad.
Todo esto me hizo abrirme a la posibilidad de un nuevo tipo de formación, entonces entré en la educación disruptiva.
Entrando a otro mundo
Me di cuenta de que la vida era un experimento, al menos la mía. Abracé ese hecho y me sumergí en ello, entonces creé un estilo de vida experimental. Los experimentos abrieron nuevos caminos, así como los desafíos extremos, la meditación, el yoga, la quietud, el silencio, cómo vivía, trabajaba, y estructuraba y diseccionaba cada paso dado.
Esa autodisciplina, autoconsciencia e iniciativa condensada y medida, me hizo descubrir la importancia de las habilidades núcleo. Así como la magia de los microhabitos y el progreso que los superhábitos te garantizan. Todo esto, a su misma vez, me abrió la puerta de lo que creo que ha sido el descubrimiento, coherente, de mi vida, el Alto Rendimiento Holístico.
Sigue el camino
Lo más excitante de todo, es que cada día seguimos abriendo puertas, y esas puertas son las que nos conducen a otras puertas, dentro de cada puerta hay caminos inexplorados, desconocidos y llenos de retos, experiencias, victorias, derrotas, aprendizajes, sonrisas, penas, infortunios, fortuna, abundancia, escasez. Lo que aparece en el camino no depende de nosotros, pero sí el abrir la puerta, entrar y estar dispuesto a seguir, quizá retroceder y acceder a otra puerta, o avanzar y ver qué es lo que hay más allá de lo que puedes ver.
Cuando alguien me pregunta algo como:
- Cómo
he llegado donde estoy . - Cómo pasé de una fábrica a viajar alrededor del mundo.
- Cómo hacer para pasar de no leer ni un libro hasta los 24 años a escribir 8 libros – contando los autoeditados.
- Cómo saltar de no haber montado en bicicleta en la vida a conseguir finalizar hasta un ultraman.
Cuando alguien pregunta algo parecido, mi respuesta siempre es la misma “abriendo puertas, entrando y siguiendo hasta el final, donde encuentras una nueva puerta»
Nos vemos, detrás de la siguiente puerta, quizá.
Atribución imagen: Hartwig HKD.