Antes de ser humilde rompe unas cuantas reglas y crea revoluciones. Antes de ser tan humilde decide hacer que algo suceda. La humildad malinterpretada sólo te llevará a seguir las instrucciones de aquellos que se creen con poder.

La humildad de hoy en día está mal utilizada, porque para unos significa una barrera de manera que no puedan destacar ni levantar la cabeza y a otros, les sirve como escudo y excusa con la que protegerse para no tener que exponerse al mundo o al riesgo de hacer algo por primera vez y fallar antes los ojos de la audiencia. Nos hemos servido de esa falsa humildad para escondernos y no sobresalir. El problema es que cuando lo hacemos, estamos haciendo más fuerte al status quo, le estamos dando una autoridad y dominio sobre nuestra vida que no le pertenece.

La gran humildad debería llegar más tarde, después de crear cambio y de hacer el trabajo importante.

Sé humilde, sí claro, pero sólo cuando hagas lo que eres capaz de hacer y dibujes tu propio mapa, hasta entonces no seas aún humilde. Tienes el permiso que necesitas, el tuyo propio.

Photo credit: Bridges for Music.