Bendecido y agradecido. Claro.
Bendecido por cada día que tienes la oportunidad de vivir y por poder crear cambio y trabajo que importa.
Por vivir en este momento de la historia.
Agradecido por disfrutar de este planeta llamado Tierra.
Agradecido por haber soportado el peso y la injusticia que nuestros antepasados y abuelos han soportado por nosotros.
Bendecido por poder elegir qué vas a hacer y porque tú decides en qué y cómo invertir tus energías.
Agradecido por darte cuenta de que casi todo es efímero.
Agradecido por respirar, en esencia.
Bendecido por haber fallado y por el amor que has recibido.
Agradecido por haber probado la contundencia.
Agradecido por no tener que pedir permiso ni buscar reafirmación.
Bendecido por dibujar el mapa.
Agradecido por tener que salir del infierno por ti mismo.
Agradecido por la familia que tienes.
Bendecido es presente
Todo este lío de la excelencia, ser mejor, llegar a más, ser extraordinario, es alarmante, te incita a quedarte paralizado. Te empuja a quedarte atascado, a empezar a creer que no podrás llegar a realizar cualquier trabajo etiquetado como «brillante». Por el camino que a diario recorremos, la mayoría de personas que conozco han sido manipuladas para creer que el trabajo inspiracional, perspicaz y no convencional está reservado solo para unos pocos. Error. Estoy agradecido por darme cuenta de que ese trabajo es para gente como tú o como yo. Solo hay que apreciarlo, ya lo estás realizando.
Cada mañana al despertar, doy las gracias por al menos cinco cosas que he pasado en el día anterior. Otras gracias por lo que siento. Expreso cinco cosas por las que me siento bendecido y cinco cosas que necesito etiquetar como pensamientos negativos que no me dejarían avanzar hacia delante. Por último, otras cinco cosas que necesito aceptar para dejarlas atrás y seguir el viaje.
Es fácil crecer, solo hay que apreciarlo. Agradecer y sentirse bendecido (incluso aunque tuvieras razones más que evidentes para no hacerlo).
Cuando las personas me preguntan «seguro que estás muy ocupado» respondo que no. Por razones que desconozco esas personas se ríen cuando respondo esto… Piensan que estoy siendo sarcástico o estoy bromeando. no, es cierto. Estoy bendecido.
Atribución imagen: Cala Bandida.