Escribo esto en el éxodo de Burning Man 2016, lunes 5 de septiembre, 18:36h. Una caravana de más de 6 horas de espera. Después de 8 días desconectados 100% del mundo. Sin acceso a Internet, teléfonos, familia, amigos. En el camp IDEATE, junto a otras 148 personas.
Burning Man. Explicarlo si no has estado, es como tratar de explicar a una canción de Frank Sinatra a alguien que no puedo escuchar. Este ha sido mi segundo año, el primero fue Burning Man Quest (descarga el libro de forma gratuita y conoce la aventura y la experiencia). La forma de vivirlo ha cambiado, por muchas razones: mi forma de pensar y actuar, las experiencias que he vivido, el entendimiento sobre lo que representa esta cultura, objetivos, consciencia, el cambio en sí, etc.
Aprendizaje casi holístico
De conexiones, workshops, encuentros, trabajo físico, personas excepcionales (y no tanto), experiencias trascendentales, soledad, trabajo en equipo, deporte, juerga y más, me llevo cosas que moldear en las siguientes áreas:
- Experimentos.
- Lectura.
- Proyectos.
- Habilidades núcleo.
- Valores.
- Sistemas.
- Desarrollo profesional.
- Desafíos.
- Relaciones personales y amorosas.
- Desarrollo personal.
- Negocio.
- Amistad.
Si, es genial, creces, si lo buscas. Aunque también podrías acabar hasta arriba de LSD durante dos días enteros alucinando por la playa. Alguien podría decir que también es otra forma de crecer. Bueno.
Burning Man, fantástico y no tanto
Hablarte de lo fantástico que es Burning Man es sencillo, solo tienes que colocar la palabra “Burning Man” en Youtube. Verás esa parte que te atrae, seguro. Esta ha sido mi segunda edición como decía antes, he intentado ser lo más consciente, crítico y objetivo posible. Entre tanta magia, psicodelia, arte, fiestas, espiritualidad y más, he corroborado otras cosas que ahora te cuento.
Exclusividad – comunitaria y económica
No cualquiera puede ir a Burning Man (aunque hablemos del Low Income Tickets Program). Primero porque conseguir una entrada es realmente complicado, una demanda de casi tres millones de personas para más de ochenta mil tickets que al final se distribuyen, aproximadamente. Segundo, por los gastos que conlleva llegar allí. Aunque elijas la opción tienda de campaña y no caravana (o “RV” como las llaman en Estados Unidos). Eso sin mencionar el pertenecer a un camp (y el cargo que pagas por ello dependiendo el camp), y que además seas admitido por ellos. Burning Man y sus 10 principios – sobre los cuales compañías como Google se asientan – habla de inclusividad, uno de los principios. Es lo que se habla y casi todo el mundo predica, pero si te fijas, si realmente te fijas con una mirada pura, si estás allí y te relacionas con diferentes campamentos y personas, te das cuenta de que es bastante selecto y exclusivo, en su mayoría. Algo así como solo para unos pocos, pero unos pocos de los nuestros.
Ego
Por mostar el camp más “guay”, por ser los que mejores conferenciantes llevan a sus talleres. Por tener las mejores fiestas. Los eventos o sucesos más extravagantes y esotéricos. O el vehículo mutante más despampanante. Ego por querer demostrar que no hay ego.
En el momento que intentas manifestarte todo el tiempo y cuando eso que manifiestas, encaja con lo que realmente perciben otras personas sobre ti. Eso tiene un nombre diferente a autenticidad, eso se llama hipocresía.
El club del elitismo
Campamentos donde pagas 15.000 dólares y no tienes nada más que hacer que llegar, tienes tu caravana lista, compra hecha, bebidas, personas que limpian el continuo polvo que se produce en tu habitáculo, tener un espacio VIP en el vehículo mutante o las fiestas. ¿Es eso Burning Man? No.
Esto no es una rabieta, ni mucho menos. Cada año me siento más integrado entre el grupo de personas entre las que convivo en IDEATE y en Burning Man, mantengo buenas relaciones con First Camp, incluso gracias a Burning Man he progresado a nivel personal y profesional. En fin, con unos conectas más, con otros menos, como en la vida misma. Lo que digo es un fiel reflejo de la otra realidad de Burning Man, la que no te cuentan, pero contrastas con hechos y personas, antes, durante y después, y ves cómo todo encaja. Elitismo puro. Otro tipo de “postureo”, pero “postureo” igualmente. Aparentar y no ser. Al final, somos humanos y por mucho que hablemos, lo que acaba diciendo lo que somos, es o que hacemos.
Burning Man, me gustaría…
Me gustaría ver un Burning Man en e que cada persona que asiste, entendiera, compartiera y aplicara esos 10 principios. Si es algo tan potente, creo que lo es, porque no puede llegar a todos los que lo deseen, no solo aquellos que pueden costearse 3.000 euros (muy mínimo) por 7 días en el desierto. Te lo dice alguien que posiblemente vuelva a ir el próximo año, o al siguiente, probando diferentes opciones y campamentos.
Adáptalo y adóptalo
Sigo enamorado de lo que representa la cultura que Burning Man acerca al mundo poco a poco. De hecho, voy a tratar de ser mas radical a la hora de inculcar a la gente de mi alrededor, los valores de esta cultura. En IG, familia, Stand OUT Program, Raptor, etc. Es esa la razón por la cual siento que debo ser honesto con las personas sobre aquello que parece reluciente e inalcanzable para la mayoría.