Es tentador buscar cambiar una persona a la vez cuando tratamos de cambiar la cultura. Después de todo, si fallas, nadie se dará cuenta.
También es tentador intentar cambiar a todos a la vez. Sin embargo, por supuesto, en realidad no hay todo el mundo, no nunca más. Demasiado ruido, demasiadas situaciones tan diferentes y narrativas tan distintas. Cuando intentas cambiar a todo el mundo, es algo parecido a abandonar toda tu esperanza por cambiar lo que importa.
La tercera alternativa es donde el impacto positivo real sucede. Encontrando un grupo de personas que quieren cambiar todas juntas.
Liderarlas y entonces educarlas. Es una presión social que ayuda no debilita.
Cuando una comunidad (o grupo) está sincronizado, el cambio se refuerza en cada una de las personas que lo componen. Las personas son más propensas a recosiderar a otros de forma positiva, cuando pueden apreciar cómo las partes de tu historia resuenan con sus compañeros. Y mayormente, cómo e el marketing de impacto, la empatía y el sentido de pertenencia, son el motor dinamo.
Ayer en la conferencia que impartí en EAN me preguntaron por qué hacía algo como el Programa de Excelencia para desempleados, o por qué hacía desafíos extremos para recaudar fondos para ONGs. Es fácil, mi objetivo no es vender libros, conferencias o servicios, sino crear impacto positivo, crear un cambio que cambie a personas y organizaciones a mejor. Y con mi trabajo a diario, con este blog, con mi podcast, con mis libros, mis chispazos y vídeos en Youtube lo que hago es tomarme este trabajo muy seriamente.
Cómo crear cambio: cambiar la cultura
Esto es lo que he descubierto sobre mi propia labor: cuando una empresa, equipo o pequeño grupo trabajan o aprenden sobre el mismo concepto (por ejemplo Ultraproductividad o Alto Rendimiento Holístico), el impacto es exponencialmente mayor.
Si quieres crear cambio, empieza por crear una cultura que lo permita. Empieza coordinando un pequeño grupo de agentes del cambio. Empieza haciendo que la gente sincronice. Esto es justo lo que ha hecho Bridges for Music, que por fin ha abierto las puertas de la escuela de emprendedurismo, innovación y habilidades de vida. Después de tantos años, ha creado una cultura que potencia el cambio en una de las zonas más desaventajadas de Sudáfrica.
Cultura vence a estrategia. Porque la cultura es estrategia, es impacto, consciencia, empatía.
Atribución imagen: BFM.