Voy a contarte algo que sabes pero que cada día evitas, y es que hasta no se demuestre lo contrario, vas a comer mierda, y yo también. Y espera, porque de eso no se libra ni el que tiene un follower ni el que tiene 50 millones. El que está en desempleo o el que dirige una empresa que factura 300 millones de euros. El deportista de élite o el marginado social. Todos, el presidente y el estudiante, el hombre y la mujer, el mayor y el pequeño. No hay distinción, todos comimos, comemos y comeremos mierda.
¿Piensas que eres especial? Vas a comer mierda.
¿Piensas que eres mejor que tu vecino? Comerás mierda.
¿Crees que ya lo has hecho todo? Tragarás mierda.
¿Crees que tu posición económica te hace intocable? Prepárate a comer mierda.
¿Sientes que tú ya has comido la suficiente mierda? Comerás más, asegurado.
¿Crees que has trabajado más que nadie y que nadie tiene el derecho a decirte si vas a tener que tragar mierda o no? Adivina, nadarás en la mierda.
¿Te crees más importante, influyente, atractivo o exitoso que el resto? La mierda tocará a tu casa, mañana, o pasado, pero vendrá con la mochila llena.
Pero… Comer mierda es clave
Un momento, ¿es acaso algo malo tener que hacer el trabajo sucio, mancharse las manos, volver a nuestros inicios, hacer la labor de obra que nunca hicimos o bajar nuestro nivel como a diez por debajo? Si es necesario, es que es necesario. No es más que el precio que todos tenemos que pagar por vivir la vida que vivimos (sin categorizaciones o distinciones) y hacer lo que hacemos (sin entrar en «malo» o «bueno»).
Comer mierda no es un problema, es algo que sucede, puedes dejar que la mierda te cubra, o puedes utilizarla como una lanzadera hasta tu próximo hito.
Así que puestos a comer mierda cada día de nuestras vidas, aceptémoslo, rindámonos a este hecho innegable y es más amemos tener que pasar por ahí, que hay que comer mierda, porque al hacerlo serás, en esencia, imparable.
Es el hecho de que estoy dispuesto a comer toda la mierda que sea necesaria el que me hace actuar como si fuera imparable, pensar como si no tuviera miedo, comportarme como si fuera irrompible y sentir como si no sintiera nada.
Puedes aceptarlo, o negarlo, es tu maldito problema.
En mi caso está más que aceptado.
Come mierda.
Atribución imagen: Julien . theFUNKYman.