Un gran profesional del marketing se da cuenta de que el marketing es una inversión. En cambio, si estás ejecutando tu marketing desde un presupuesto estático, estás considerando el marketing como un gasto.
Entiende que las personas no compran lo que necesitan. Compran lo que les apetece.
Comprende que no tienes el control. Y que tus clientes prospecto pasan de ti.
Absorbe que lo que la gente busca es negocios, marcas o personas que estén dispuestas a ofrecer un extra sustancial. Ese bono emocional que obtienen cuando compran algo que aman.
Date cuenta de que el marketing de negocio a negocio es como el marketing a personas. Con la diferencia de que tienen una empresa que paga por lo que compran.
Recapacita sobre esto: la publicidad anticipada, personal y relevante es mejor que cualquier conexión no solicitada.
Ese mejor profesional del marketing sabe que las formas tradicionales de interrumpir a los consumidores (televisión, publicidad,
emails no solicitados, etiquetas en redes sociales) no tienen cabida alguna en este mercado.
También saben que hay nuevas formas de generar valor y compartir utilidad que necesitan ser aprovechadas, y algunas descubiertas.
Sé consciente sobre el hecho de que el marketing responde a un compromiso y ofrece necesidades humanas.
Comprende que las personas somos egoístas, perezosas, indocumentadas e impacientes. Empieza con eso y te sorprenderás con lo mucho que progresas.
El profesional del marketing genera cambio sin parar
Llega a la conclusión de que el marketing que funciona es el marketing que las personas eligen ver.
El profesional del marketing que yo contrataría, y por el que apostaría, elige a sus clientes. Y descarta a aquellos que hieren su habilidad de poder contar una historia a personas afines.
Cuestiona un producto que llega a todo el mundo y acepta un producto o servicio para unos pocos.
Reconoce que vivir y respirar una historia auténtica es la mejor forma de sobrevivir a las conversaciones actuales.
Gana la confianza de los clientes potenciales a través de liderar con el ejemplo.
Mide los resultados.
Un profesional del marketing auténtico sabe que el marketing no es una emergencia. Es un ejercicio planificado que empezó al momento de diseñar el producto o servicio.
Apunta por decepcionar a un cliente (si es necesario), para encantar a otros treinta.
Lo sé, saber cómo ser un mejor profesional del marketing es diferente a serlo.
Atribución imagen: UN Women Gallery.