Esto es lo que he descubierto sobre cómo saber quién eres: puedes prescindir de entrenar 7 horas al día en Shaolin Temple Europe, así como tampoco es necesario irte de retiro a las montañas o desconectar en el Koh Rong o Bali. Tampoco tienes que enrolarte en una aventura extrema o ir a Perú a realizar una ceremonia de Ayahuasca. Encuentras paz y armonía cuando dejas de hacer lo que siempre has hecho.
Imagina poseer la oportunidad de progresar a diario sin cargarte con las montañas de tareas, habilidades, hábitos, hacks y «tengo que’s» que se agolpan tan pronto como enciendes un dispositivo digital o abres los ojos en un nuevo día.
Progresar a diario sin hacer nada
Es fácil, puedes hacerlo en físico (¿casa?) U online. En tu hogar, ¿cómo? Primero habilita una sala o espacio donde no haya nada y estés tú y nadie más. Si quieres hacerlo online, entonces crea una sala de Zoom para ti solo/a. Sé que suena raro, es solo tu resistencia a experimentar y a exponerte a lo absurdo. Si (online) te sientes algo violento o solitario, invita un maestro, colega o un mejor amigo, pero no más de una persona.
>> Importante: sin teléfono, sin Internet (más que para Zoom si eliges online), sin comida, y sin absolutamente nada que pueda distraerte.
Emplea varias horas aislado, con nada que hacer excepto:
- Permanecer en quietud.
- Respirar profunda y lentamente.
- Meditar.
- Entender qué dice esa voz en tu cabeza y por qué lo dice.
- Descubrir qué es lo que te atemoriza.
- Comprender qué es lo que has estado evitando.
- Preguntarte quién crees que eres.
- Aprender la diferencia entre aquí y ahora y cualquier otra cosa.
- Distinguir entre lo urgente y lo importante.
- Comprobar qué es lo que realmente crees saber.
Si estás demasiado ocupado para hacerlo, esto es para ti, si no lo estás, también.
Encontrar quien eres es una experiencia no un entendimiento.
Progresar a diario es cuestión de lo atento que estés mientras sucede este momento.
Atribución imagen: Sam McMillan.