El Viaje continúa, dejando Hiroshima con destino a Fukuoka. Llevo un mes trabajando con un experimento sobre marketing de contenidos, en un mes explicaré de que trataba y cuáles han sido las conclusiones. Damos importancia a los contenidos, pero no solo es el contenido. Olvidamos a menudo que los contenidos efectivos son el predicado del contexto.
Marketing de contenidos también es contexto
Aquí hay tres consideraciones para asegurarnos de que el contexto está claro:
1. Respeta la plataforma y la audiencia
Primero hay que respetar las plataformas. Respetar la psicología de lo que las personas estamos haciendo cuando estamos en Instagram, Facebook, Twitter o Snapchat. Una mujer de 45 años posee una mentalidad diferente cuando está en Facebook que cuando está en Pinterest. Y así es cómo deberías enfocar la historia. En Pinterest quiere comprar y en Facebook quiere saber qué esta pasando en su mundo. Por eso hay que desarrollar estrategias entorno a la psicología y a la propia plataforma.
Luego hay que respetar a la audiencia. No es el contenido que a ti te parece útil, sino al que a ella le parece útil. Sí, sé que te gustaría vender tu producto, pero si lo haces de forma que sea más interesante para esa mujer, puedes conectar con ella como futura compradora. «Un tratamiento completo de belleza y bienestar te ayudará a desconectar del día a día, en el trabajo, en casa y con los pequeños». Cuando haces algo así, entras en un juego más favorable para ti.
2. No cortes las experiencia
Si generas buen contenido, y tomas en cuenta el contexto en el cual será consumido, no deberías cortar la experiencia del cliente. Si alguien está intentando ver un vídeo, la última cosas que quiere es verte promocionar un producto o que lances un producto y que tenga que esperar a que todo pase para disfrutar de esa experiencia. Es decir, si fuerzas este tipo de acciones, perderás. El contexto es tan importante aquí. Conecta con tus clientes a su manera, y de forma auténtica y nada intrusiva.
¿Cuantas veces has entrado a ver un vídeo, leer un post, o acceder a un recurso y has acabado en otro lugar, usualmente en la página de un anunciante? Estás intercambiando la experiencia por una «impresión» y/o un «clic». Es cierto que yo he habilitado una herramienta de conversión y generación de leads en este blog, que a cambio extienden la experiencia hacia un contenido o más útil o más valioso y exclusivo. No hacia una tercera parte. Cuando interrumpimos la experiencia, estamos jugando con la confianza y el tiempo de nuestra audiencia.
No es sobre los banners, o captación de leads, o el valor que intentas aportar. El trabajo que realizas, merece que puedas molestar a tu audiencia por unos segundos, porque además de proporcionales valor, lo haces para proporcionarles más todavía. Sin embargo, cuando aparece un anuncio o una promoción, lo que estás haciendo en molestar la experiencia de un cliente que no quiere tender nada que ver contigo.
El contexto en el cual, por primera vez, como consumidores absorbemos experiencias, importa demasiado. No coloques obstáculos, deshazte de ellos. Aporta valor.
3. Consistencia y consciencia
Cada publicación, cada tweet, cada comentario que dejas, cada artículo, vídeo o podcast, forma parte de la marca que tratas de crear y respaldar. Cada vez que publicas, necesitas empujar hacia los objetivos corporativos del negocio. La historia núcleo necesita ser consistente cada día, la personalidad de la marca, es decir, el contenido, tiene que ser constante y consistente también. Esto, a medio y largo plazo, crea una narrativa sólida y creíble. Lo cual permite identificar un mensaje claro y conciso.
Esto son solo tres cosas que tener en mente y que pueden ayudarte a mejorar el contexto, y por lo tanto, tu contenido.
El resultado es el rey. El contenido el medio. Y el contexto es el oro.