Soy consciente de que tengo varias obsesiones. Una de ellas es probar cómo de profundo puedo llegar en algo que me supere. Disfruto, y cuando digo disfruto, es que disfruto, explorando márgenes. Algunos más conocidos y permitidos como en la alimentación, ayuno, resistencia física, rendimiento intelectual, marketing o pisque. Y otros quizá más tabúes como psicodélicos, espiritualidad, emociones, vulnerabilidad o riesgo. Descubrir límites es una de mis adicciones.

El resultado de explorar márgenes

Principalmente porque hay una línea muy delgada entre momentos de debilidad, temor y frustración a momentos de grandeza absoluta, de reencuentro con algo desconocido pero increíble. De vulnerabilidad a consciencia profunda. De incertidumbre a determinación. Pasar de temor a valentía en cuestión de milisegundos. Saltar de plano físico a mental y de mental a físico, de físico a emocional y de emocional a espiritual. De sentirte solo a estar integrado con el mundo, con las personas, con la naturaleza. Pasar de permanecer desconectado a conectado, atento, alerta, en movimiento, flexible, adaptado y preparado para el impacto. De empezar fuera a acabar más dentro que nunca. De desenfocado a enfocado. De menos, no mucho, nada, a mejor, más, casi todo, a fuego, hasta el final.

Por qué descubrir límites

Cuando empiezo una aventura, reto o experimento, lo hago, porque sé que voy a encontrar algo más allá del deporte, de la extravagancia, el populismo o la expectación. Voy más lejos de lograrlo o fracasar. Ignoro el aplauso, o la ovación, no busco el reconocimiento. Por eso lo hago en la intimidad, y de vez en cuando, comparto un 15% de lo que hago, vivo y experimento. Estoy enfocando a descubrir algo que poder utilizar para seguir saltando muros, y propulsando mi estilo de vida. Experimento tras experimento, reto tras reto, aventura tras aventura, este sistema es infalible.

Ayer mismo empecé un nuevo experimento, uno que por la naturaleza del mismo, he decidido no hacer público hasta que no finalice. Tampoco lo compartiré con mi círculo, lo protegeré hasta que finalice. Entonces compartiré el proceso y resultados.

Si no saltas al vacío que desconoces nunca sabes lo que podrás encontrar ahí adentro. Si aquello a lo que te enfrentas no es 200 veces superior a ti, no es algo que merece confrontar. Si lo es, si te supera, si te sobrecoge, si te atemoriza, si te causa rechazo, si te parece inconquistable. Es la señal de qué es aquello a por lo que debes lanzarte. Sin miramientos. Hasta el último aliento. Una gran parte de la sabiduría, reside en lo que suceda desde que te lanzas a por ello, hasta que acabas lográndolo, fracasando, o desistiendo.

Necesitas ir en la dirección opuesta, corre

Es todo sobre no tener el control, sobre hacer aquello que te hace pequeño. Aquello que más te podría mermar y debilitarte. Ahí hay algo inmensamente valioso para ti.

Es todo sobre dar el máximo que hay dentro de ti cuando las cosas podrían no funcionar. Es todo sobre extrapolar cualquier nuevo input hacia los diferentes aspectos que componen tu vida. Es todo sobre tu más alto rendimiento. Es todo sobre sobresalir de ti mismo.

¿Volveré a hacer algo que me supere? Sí.

¿Volveré a hacer algo que me ridiculice? Sí.

¿Volveré a hacer algo que me debilite? Sí, claro.

¿Volveré a hacer algo que sepa que no voy a poder hacer? Absolutamente.

¿Volveré a hacer algo incomprensible (hasta para mí)? Tú sabes la respuesta tanto como yo.

Sobresalimos ante la adversidad.

La mejor manera de trascender es encontrando el riesgo antes de que el riesgo nos encuentre a nosotros.

Fin.

Atribución imagen: Rant Now.