Imagina que utilizas tu mejor habilidad y tu más resultante experiencia para equipar a una sola persona, a una, no a diez, cien o mil, no, a una. Depositas parte de lo que te hace grande en hacer mejor a una persona, quizá a tu madre, pareja, hermano, colega de trabajo o algún desconocido con una historia que te toque. Sobre todo tiene que ser un punto de partida para personas que todavía no han tenido la oportunidad de aprender a dibujar su mapa, a sobresalir.
Lo sé, esto no solucionará cada enfermedad repartida en el mundo. No garantizará trabajo para todo el mundo. No creo ni que siquiera te mantenga caliente por las noches. Sin embargo, si piensas que ese pequeño gesto cambiará vidas, incluso una sola, entonces piensa en emplear 20 minutos de tu día en impulsar a esa persona.
Tan pronto como lo hagas, estarás cambiando el mundo, estarás salvando vidas. Serás una persona increíble, no una persona ocupada. Una persona en la línea de fuego por una causa noble. Y posiblemente esa persona, en un futuro no muy lejano, hará lo mismo por otra persona. Y eso, en su esencia, sería una revolución.
Empuja fuerte a una sola persona.
Photo credit: Sarah G.
3 comentarios
Espectacular motivación matinal. Gracias Isra, por ser la persona que a través de sus palabras impulsa mis ideas.
Me alegro de que resuene Sergio.
Gran reflexión Isra! muchas gracias por compartir tus ideas 😉