¿Sabes que es algo de lo más importante qué he aprendido desde el día que con 8 años fui diagnosticado con Dislexia hasta el día de hoy?
Esto es lo que he aprendido: tu posición en el mundo no está determinada por una cualidad innata, el impacto de una trivialidad, una carencia de la sociedad o un error fatal del sistema (o incluso tuyo propio). Tampoco lo estará por una deformación física o intelectual, enfermedad crónica, un puñado de complejos o defectos humanos aparentes. Esa posición tampoco quedará establecida por la obtención de un MBA, seguir unas normas, cual el nombre de tu padre o el legado de tu familia, o donde hayas nacido o a que colegio fuiste de pequeño. Nadie se fijará en ti por lo que se supone qué puedes o no puedas hacer o cual es tu futuro. No, nada de esto será crítico para ocupar tu lugar en el mundo.
Sí, tu posición en el mundo será definida y estará determinada por el cambio que eres capaz de provocar a tu alrededor y cómo lo dejas a tu paso, mientras vives la vida que te hace feliz y ayudas a otras personas con tu trabajo.
Este es tu momento, sí, el tuyo. Dibuja tu mapa, hazlo con propósito y sigue ese trazo para ver qué es lo que sucede durante el viaje, déjate llevar, absolutamente. Elige y actúa, y si no funciona, intenta diferente, y si vuelve a no funcionar, vuelve a intentar diferente, y si funciona, tendrás que hacerlo de nuevo, y si funciona tendrás que mejorarlo, y sin funciona tendrás que volver a intentar diferente por que todo cambia constantemente. Y entonces, un día, cuando tu decidas, declara victoria y siéntete ganador.
Elección y no oportunidad es lo que define tu destino.
Photo credit: Aviones plateados.
Excelente Isra, es lo que les digo a mis hijos cada vez que puedo.