¿Cuánto tiempo más vas a esperar?

¿Otros 30 segundos?

¿Otro minuto más?

¿Y otro más?

¿Vas a esperar otra hora?

Decidido, empezamos en un par de horas.

Mejor no, a la tarde,

¿Sabes qué? Mañana será mucho más apropiado.

Esperemos mejor hasta la próxima semana.

Venga, otra semana más y vamos a por ello.

Eso te llevará a esperar un mes, con toda probabilidad.

Luego otro.

¿Otro más?

¿Quizá un año?

¿Cuánto más vas a esperar?

Si quieres prosperar, tienes que entender que hay un sentido de urgencia por vivir, no con ansia, no de forma atropellada, pero sí con iniciativa, gracia y decisión.

Son esos 86.400 segundos diarios los que hay que aprovechar.

Levantarte a las 9am no es una mala idea, si puedes vivir todo lo que deseas. De lo contrario, tal vez las 6am sea una mejor idea, incluso las 3:30am no sea tan descabellado, al fin y al cabo, estamos aquí de forma temporal.

Hay gente que tienes más privilegios que otra, más recursos, es más inteligente o agraciada de la forma que sea, eso es indudable, pero cuando se trata de maximizar y optimizar tu energía, tu tiempo, tus pensamientos, tus emociones, tus funciones vitales y tu actitud, ahí cualquiera que se lo proponga puede ser un auténtico experto – y eso hará que venzas todas esas carencias mencionadas anteriormente.

Si tienes ganas, interés y urgencia consciente sobre vivir tu día, acabarás ganando el día, la semana, el mes, el año, la vida.

El presente es el regalo, y necesitamos tratarlo como tal.

Sube el ritmo, acelera, presta atención, permanece aquí, no en ayer, no en mañana, sino en ahora. No tienes tanto tiempo como piensas. 

Adiestra este momento, conviértete en el maestro de tu presente. Amaestra el ahora.

Adiestra el lunes, entonces haz lo mismo con el martes, luego el miércoles, vamos a por el jueves, luego atacas el viernes y en acabar vas a por el fin de semana con todo lo que tienes.

Así es como te conviertes en el maestro de tu presente – y de tu vida.

Bienvenido al club.