Empieza. Sigue. Sigue. Sigue.

Empieza. Sigue. Sigue. Sigue.«Pero tú eres ____________”, “claro como es ______________”, «si yo fuera _______________”, “_______________ puede trabajar para quien quiera”, “seria más fácil si me llamara ___________”. Escucho esto en muchas ocasiones (la mayoría de las ocasiones porque son personas que conozco, incluso en raras ocasiones aparece también mi nombre).

Dices

Dices, “quiero ganar dinero con mi blog”, aquí digo “bloggea”, entonces dicen “nadie me leerá». Otros dicen “quiero escribir un libro”, aquí digo “empieza a escribir”, entonces dicen “no sé sobre qué escribir». Algunos otros dicen “quiero empezar mi propia empresa”, aquí digo “créala”, entonces dicen “cuesta mucho trabajo, no sé por donde empezar”. Dicen “quiero dar conferencias”, aquí digo “empieza a darlas”, entonces dicen “nadie me contratará”. Dices “quiero hacer deporte”, aquí digo “mañana es un buen día”, entonces dices “mañana no me viene bien”. Me han dicho “mi trabajo no me hace feliz”, aquí digo “renuncia mañana”, entonces me dijeron “¿y qué voy a hacer entonces?”.

Cuando empecé…

Cuando empecé a dar conferencias, nadie me contrataba. Cuando empecé con IG nadie demandaba nuestros servicios. Como quise ser advisor nadie me hacía caso. Cuando empecé a hacer deporte, siempre era el último elegido a tener en un equipo. Cuando empecé este blog, solo yo me leía a mí mismo. Cuando empecé, en cualquier cosa, lo hice gratis, en el lugar donde pudiera hacerlo gratis y ser visto por otras personas. En algunas ocasiones tuve que crear ese espacio llamado “gratis”. En otras ocasiones tuve que aceptar condiciones injustas, no en muchas ocasiones, pero acepté.

Sigue

Cuando lo hice por primera vez y sabía que seguía queriéndolo hacer, porque lo amaba, porque me apasionaba, porque quería, porque me apetecía, porque sentía que era una oportunidad, porque sobresalía de mí mismo y porque me lanzaba a lo incierto, desconocido y temeroso. Cuando lo hice porque sentía y sabía todo eso, lo único que hice fue no parar de seguir haciéndolo.

Cuando cualquier persona – que desees colocar en esos espacios en blanco de arriba – empezó, no era nadie. Cuando tú empezaste en la guardería no eras nadie. Cuando tu ídolo empezó su carrera, no era nadie. Cuando tu profesor llegó a la universidad, no era profesor. Cuando Pete Cashmore tuvo la idea de crear Mashable, no era nadie. Cuando yo empecé no era nadie. No era “Isra García”, era solo Isra García.

Seguimos

Y todos ellos y yo, seguimos haciendo cualquiera que fuera la cosa que pensábamos que nos haría sobresalir, nos divertía y nos hacía ganarnos la vida. En cada espacio o hueco, lo hacíamos. Sin coste, gratis, más que barato. Miles y miles de veces. A toneladas. Y entonces un día lo hicimos a cambio de pagarnos con dinero. Entonces, más tarde, nos pagaron un poco más todavía en otra ocasión, en unas cuantas siguientes todavía un poco más de dinero. Y entonces, un día, pasamos de cuatro cifras a cinco, porque habíamos ganado ese derecho.

Y ahora, no muchos años después, seguimos demostrando resultados, por lo cual hemos podido cobrar todavía más.

Por qué…

Porque empezamos. Porque un día no fui el profesional que hoy soy. Porque un día mis conferencias no eran las que son hoy. Porque siempre seguimos. Porque una día tu no fuiste un _____________ ¿Y entonces?

Empieza. Ahora. Repite. Sigue. Sigue. Sigue.

Photo credit: Lenore Edman.

PARTICIPA EN UN PROGRAMA EVENTO, EXPERIENCIA, TALLERES TRASCENDENTALES DE ISRA.

4 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.