Hace una semana lancé la plataforma web de IG, finalmente. Ha sido fantástico poder hacerlo, pero no por lo que otros dirán o porque así puedo mostrar lo que somos y todo lo que hemos hecho. Ha sido más porque hemos ganado la batalla a la procrastinación, hemos crecido y se ha tomado acción. Seguro que cuando trabajas con un cliente, un negocio, proyecto o campaña, vives algo parecido, hábitos.
Hábitos y no-hábitos
Somos criaturas de hábito y rutina. Nos encanta. Algunos hábitos son geniales. ¿Ducha fría recién levantado? Magnífico, hazlo. ¿Beber la cantidad de agua que necesitas beber cada día? ¿Hacer deporte a diario? Maravilloso. ¿Dejar para el final del día el proyecto más importante? ¿Estar pendiente de los servicios de mensajería instantánea? ¿Permanecer continuamente encima de tus empleados machacando con emails y llamadas? No Tan genial. ¿Inmiscuirte en las tareas de otros miembros del equipo y estar dando feedback en cada parte para dejarlo como a ti te parece que es mejor? Tampoco un gran hábito. ¿Estar trabajando en tareas y proyectos que no generan ingresos? No es una buena elección tampoco.
Hay hábitos que ayudan y hábitos que no, como es comprensible. Es parte de nuestro trabajo identificarlos, separarlos. Estos son 4 hábitos que cambiarán positivamente el resultado de tu negocio.
La comodidad aniquila
Cuando estés en lo más alto de tu carrera, cuando tu negocio facture más de lo que hubieras imaginado. Cuando tu libro sea uno de los más vendidos. Y cuando tu hora de consultoría alcance las cuatro cifras o más. En ese momento tendrás que decir más “no” que “sí” porque tendrás tantas oportunidades que no sabrás que hacer con ellas. En esos momentos tendrás que trabajar en el siguiente paso, disfrutar del momento sin dormirte en los laureles. De lo contrario, en el mundo que vivimos, no durarás más de dos años.
Adquiere y luego practica, el hábito de estár al menos en un 60% de las veces en situaciones incómodas. No te acomodes, nunca. Sigue la brújula hacia tus objetivos (de proyectos, de relaciones, de familia, de habilidad, de hábitos, de viajes, de lectura, de música, de deporte, etc). En el momento que pienses que tu empresa o vida seguirá siendo así por más de un año. Ese será el momento en el que las cosas cambiarán y tú no estarás preparado para cambiar con ellas.
Es sobre a quien sirves
Hace cuatro años casi todo el mundo necesitaba ayuda en social media. Eso era un buen negocio. Hoy, la mayoría lo hacen un poco bien, hay unos pocos que lo hacen excelentemente bien. Hoy sigue siendo negocio, pero no como lo era antes, sino como parte más de la transformación digital de pequeñas, medianas y grandes empresas. Se ha pasado de liderar, desarrollar y gestionar plataformas sociales en empresas, a educar a personas dentro de esas mismas empresas, para que obtengan valor empresarial por la actividad digital que realizan.
Tus clientes se irán, vendrán nuevos. Tu audiencia cambiará. El público será otro. Tu comunidad mutará. Eso es porque sus necesidades cambian. Hay dos opciones. Primera, preverlo y tratar de predecirlo para evolucionar junto con todos ellos. Segunda, quedarte en el mismo sitio con la esperanza de atender a un nuevo público potencial. Un riesgo innecesario.
Escribir historias bonitas para tu comunidad, no es suficiente. Ayudar a tu cliente a hacer más y a obtener más, sí es suficiente. Ayudar a empresas a conseguir eso, es una buena oportunidad. Adquiere y practica el hábito de buscar y satisfacer las necesidades cambiantes de tus clientes.
Ajusta sin parar, respetando los principios
Una lección que te lleva años aprender: sigue el plan, si falla, revisa la misión y los principios, reajusta el plan, mantenlo simple y continúa. El error que emprendedores y PYMES cometen es este: una vez que puedes hacer más, haces más, no importa si tiene sentido o no. Ese es el momento donde todo se derrumba.
Preserva los principios de lo que piensas hacer, tan pronto como crezcas y adaptes y hagas lo de arriba. Permanece alerta y vigilante para poder reajustar la raíz, mezclada entre ayudar a tus clientes a crecer y preservar el núcleo de tu misión, incluso aunque el plan o la expresión de la misión cambie.
Adquiere y practica el hábito de reajustar tu trabajo respetando la raíz.
Dream team
Es una de las razones por la cuales no quiero trabajar en más de lo que necesito. La primera – y más importante – razón, es vivir la vida que vivo y tener lo suficiente para disfrutarla. La segunda, concepto “dream team”. El hábito de rodearte de personas mejores que tú, que con su arte individual y colectivo complementen tu trabajo y lo que eres capaz de conseguir. Cuanto mejor hagas esto, mejor trabajo y resultado podrás producir.
Photo credit: Sophie.
Hola Isra!
GRACIAS, lo llevaremos a la práctica.
Ojalá esto que voy a escribir lo lleguen a leer muchas personas: Se aprende más en este blog, tu blog, que en cualquier escuela de negocios o universidad y mira que he ido a varias.
Un abrazo cálido crack
Guillermo, tu feedback es un chute de energía para seguir escribiendo todos los días durante los próximos dos años. Gracias Seguimos.