Pues haz
El mayor veneno que hay dentro de cada uno de nosotros, es el arrepentimiento.
Todos tenemos sueños, objetivos y aspiraciones que siempre hemos querido lograr. Sin embargo, por alguna razón no era el momento, no teníamos el dinero suficiente o nos faltaba experiencia.
Nunca es el momento adecuado.
Nunca tendrás la experiencia suficiente.
Siempre te faltará dinero.
De repente, un día te das cuenta y tienes 70 años, estás tratando de correr detrás de tu nieto, y ves que apenas puedes moverte. Eso no es lo peor, sino todas las veces que te repites «ojalá me hubiera lanzado» o «desearía haber tenido la valentía de por lo menos intentarlo». Eso sí duele, porque es lo que no haces lo que te pesará mañana.
¿Quieres ir por la vida siendo la versión de ti mismo del 70%? ¿O quieres ser la versión del 150%?
Haz que cuente
Voy ahorrarte esa irreversible derrota. Bueno, en realidad vas a ahorrártela tú, a ti mismo. Porque eres tú quien tiene que ser consciente sobre aprovechar cada instante que pase por tu vida, aunque sea de refilón.
Tienes que hacer que cuente. Debes hacer que cuente. Cada segundo tiene que contar, y tiene que contar porque no puedes dejarlo escapar sin más.
Algo va a pasar que no esté en el guión y te va a desmontar en pedazos. Una persona va defraudaste y eso te va a doler, incluso a perjudicar. Haz que cuente.
Tu negocio va a pasar por aguas muy turbulentas. El trabajo que tienes podría no ser el soñado. Haz que cuente.
Tu sentido/propósito de vida va a estar oscurecido por las tinieblas. La muerte va a llegar – así como nuevas vidas. Que cuente por favor.
Sea lo que sea, no acepto excusas, pleitos, victimismo o gimoteos. Debes hacer que valga la pena.
No podemos evitar ser victimizados, pero podemos evitar ser la víctima.
Hoy es el día, tiene que serlo.
Haz cada minuto legendario. Debes hacerlo.