Si estudias a cualquier persona que está en la cima de cualquier cosa, descubrirás que para llegar allí la motivación es quizá un 1% de la fórmula clave y la disciplina es el 99%. Y voy a demostrarte esto ahora mismo, si quieres ser uno de los más grandes espartanos con la mejor marca en los Crossfit Games, posiblemente necesites entrenar entre dos y cuatro veces al día, diferentes disciplinas, posiblemente seis días a la semana.
Quizá tengas que alimentarte entre seis y ocho veces al día. Decir “no” a las fiestas opulentas y excesivas, “no” a trasnochar, “no” a la comida basura o restaurantes que no encajan con tu plan de alimentación. Y “no” a mucho ocio que entra en conflicto con tus calendarios deportivos de entrenamiento. Además, tu ingesta de calorías será monitorizada, tus comidas están todas cuidadosamente planificadas y preparadas, no comerás de acorde al placer, sino de acorde a la función y al objetivo.
Imagínate comer medio kilo de pollo hervido sin sal, eso es lo que algunos de los más grandes culturistas comen, y alguien podría preguntarle “¿Qué estás comiendo? ¿Qué haces?” Y él o ella te dirá, estoy tomando proteínas, no te dirá que estoy comiendo pollo. Es funcional, no es sabroso, no tiene que serlo.
Luego, tendrás que entrenar probablemente, un mínimo de dos o tres años antes de que saltes a por la victoria para competir con el resto, eso si eres un fenómeno genético, claro está.
¿Por qué te cuento esto?
Porque todos nosotros en nuestras tareas de prioridades nunca está la disciplina. Tampoco el trabajo sucio, comer mierda, el compromiso inquebrantable con hacer lo que sabes que tienes que hacer. No, en lugar de eso, te compras el equipaje más de moda. Y además sigues a todos los influencers en el sector, te inscribes al mejor programa o gimnasio o lugar más “cool”, te suscribes a los canales de youtube más motivadores, y entonces, pereces, caes, fallas miserablemente ¿Y eso?
La disciplina es el 99%
Porque piensas que lo importante era la motivación, pero no, lo importante es aparecer cada día con la disciplina grabada en el córtex prefrontal de tu cerebro y corriendo por tus venas como si fueran glóbulos rojos.
Así que con la motivación en lugar de con la disciplina, vas al gimnasio o vas a entrenar y al primer mes, has perdido esa euforia momentánea que supone un chute de motivación. Mientras al lado tuyo, un humilde “currante” con unas zapatillas Puma de saldo, un bañador corto, y una camiseta de tirantes de promoción de un concesionario de coches, lleva 520 días seguidos apareciendo a las 5 de la mañana para entrenar durante 3 horas, ir a trabajar repartiendo fruta en los mercados, y luego aparecer de nuevo a las 7pm para echarle otras tres horas más.
Dime, dime quién gana la carrera.
Atribución imagen: Fouquier.