Nos decantamos por la juerga, y no con medida, sino desmedida.
Vemos el cachondeo como una necesidad básica tan importante como respirar.
Tendemos a ir “a muerte” y salir de fiesta no es una excepción.
Amamos los afters, sobre todo cuando es oscuro y hay escaleras que bajan y bajan.
Aunque también podrás encontrarnos en una jarana matutina en un chiringuito, o en cualquier club de mala muerte.
La música importa, absolutamente, pero las personas con las que te rodeas marcan la maldita diferencia. Luego ya da igual house music o que nos hagan palmas.
Tendemos a bailar como podemos y sabemos, el #postureo lo dejamos para la semana de la moda de Nueva York
Cuando vamos de juerga en serio, siempre jugamos en casa, en elrow, Amnesia Ibiza, Circoloco y La Guarida de Gracia.
Seguimos montando las mismas jaranas que cuando teníamos 20 años, sumando el bote acumulado de todos estos años.
Celebremos la juerga
Nunca pensamos en cómo vamos a estar al acabar, solo pensamos cuando será la próxima al acabar.
La resaca y los “siete males” es un precio que merece la pena pagar por tan digno deleite. No hay placer sin dolor, asumido.
Cuando salimos de parranda, no existe un mapa, que pase lo que tenga que pasar, todos saben cuál es la misión.
Nunca es lo mismo, siempre es diferente, imposible predecir qué sucederá, por eso hay que mantener el espíritu estoico. Todo sucede como debe suceder, hasta llegar a casa a las 00h el día de tu cumpleaños.
Nos va la juerga porque en su esencia, el exceso, hay mucha sabiduría.
Incluso hemos creado nuestra propia juerga, Guateque, que vuelve con el capítulo tres en La Guarida el 26 de octubre. Aforo limitado, solo 350 entradas para los primeros que asistan. Tema y ambientación: Alicia en el País de las Maravillas. Hay premio al mejor disfraz, música para la ocasión y sorpresas.
Primero gracias a todas las personas que me habéis acompañado de «rumba» durante todos estos años. Retengo cada uno de esos momentos como si fuese un atisbo de eternidad llevado al infinito.
Gracias a todos los que me acompañaron en el último 37 cumpleaños, y todos los que recordáis un solo momento de esos compartido a medias. Somos ricos, porque atesoramos el exceso más elocuente de la historia, la juerga.
Sigamos bailando.
Sigamos de juerga.
Que la fiesta continúe.