Me da igual son las tres palabras más importantes y decisivas que he aprendido en mis 36 años de vida.
¿No sé, no llego, no puedo, no tengo o no estoy preparado? Me da igual.
¿Puedo quedar en ridículo o hacer el hazmerreír? Me da igual.
¿Nadie confía en mis posibilidades? Me da igual.
¿He fracasado de nuevo? Me da igual.
¿He hecho algo que no debía op se suponía que no debía hacer? Me da igual.
Un concepto que lo traspasa todo
¿Es mi competencia mejor que yo, o soy yo mejor que ellos? Me da igual.
Me da igual no es pasotismo, no es optar por ignorar a los demás o hacer como si los problemas no fueran contigo. Esas palabras bien utilizadas significan que has superado la barrera de los críticos. Significa que vas galopando en un pura sangre por el camino de tu verdad. Es adquirir, por fin, un compromiso a muerte contigo mismo, practicar la única autenticidad que te importa, la de hacer lo que dijiste que harías, y la de decir lo que hiciste. Y hacerlo no por decirlo, sino porque es lo que retumba desde tu alma hacia el exterior.
¿No te gusto, te incomodo o te parezco demasiado ______________? Me da igual.
¿Te parece que soy extremo, intenso o _________________? Me da igual.
¿Crees que debería hacer menos esto y más lo otro? Me da igual.
¿Piensas que podría ganarme la vida mejor haciendo las cosas de otra manera? Me da igual.
¿Me quedan pocos o muchos días de vida? Me da igual.
¿Sigo cometiendo los mismos errores? Me da igual.
¿No estoy tan alienado como parecía antes de que me conocieras en persona? Me da igual.
¿Podría parecer que no practico lo que predico? Me da igual.
¿Estoy haciendo un experimento que no tiene sentido o no estoy encontrando resultados interesantes? Me da igual.
¿Pierdo más que gano? Me da igual.
¿Me distraigo enseguida cada vez que medito cada día? Me da igual.
¿No encuentro una solución? Me da igual.
¿Estoy frustrado, anulado o bloqueado? Me da igual.
¿No soy creativo? Me da igual.
¿No consigo aplicar las enseñanzas estoicas que adquiero? Me da igual.
¿Mi mente me sabotea? Me da igual.
¿Me siento menos que el resto o no me siento digno de ______________? Me da igual.
Me da igual tampoco positivo
Ahora, esto no solo aplica cuando pasas por momentos negativos…
¿Conseguí hacer algo que me hizo avanzar más rápido que habitualmente? Me da igual.
¿He tenido éxito? Me da igual.
¿Mi empresa ha facturado un 60% más que el año anterior? Me da igual.
¿Aparezco en una lista que dice que son un referente en ______________? Me da igual.
¿Recibo halagos y alabanzas? Me da igual.
¿Conozco a una persona con la que conecto como nunca antes había conectado? Me da igual.
¿Encuentro un enfoque absoluto que me ayuda a entrar en estado de flow? Me da igual.
¿Me creo mejor porque he aprendido a dominar el Alto Rendimiento Holístico? Me da igual.
¿Fui más ultraproductivo hoy que ayer? Me da igual.
¿Soy reconocido y buscado por _______________________? Me da igual.
¿Pude cobrar por mi trabajo 10 veces lo que cobraba hace 5 años? Me da igual.
¿Morir? Me da igual.
El día que aprendes a ser quien eres, y sientes que lo único que te importa es ser fiel a tus principios y a ti mismo, ese día entiendes el verdadero propósito de me da igual.
Me da igual como mentalidad y estilo de vida neutraliza todo aquello que puede herirte y hacerte daño, lo externo y lo interno.
Me da igual es imparable como ninguna otra cosa en el mundo, y no distingue entre bien y mal, porque entiende que tales extremos no existen.
Me da igual es ecuánime, porque entiende que nada es permanente, todo cambia, sobre todo la perspectiva, la interpretación y el sentimiento.
Solo hay tres cosas que no dan igual, tú, lo que te mueve por dentro y lo que eres capaz de cambiar ahí afuera.
El resto, te tiene que dar igual, eso es ser estoico, no preferencias.
Atribución imagen: Sebas Romero.
2 comentarios
Interesante tu filosofía de vida.
Hola Patrizia, gracias en nombre de Isra por tu comentario.