Casi todo el mundo espera una cosa. Que nadie se da cuenta que no les pertenece. Todo el mundo sufre del síndrome del impostor, tarde o temprano Puedo asegurarte, que no importa qué estado o nivel alcances en tu vida. Un día te preguntarás desesperadamente por qué tus compañeros todavía ignoran el hecho de que no sabes qué es lo que estás haciendo. Sea lo que sea, lo mereces.
No te mereces
En secreto, no crees que eres lo suficientemente bueno. No te mereces. Indignidad. Eso es lo que está sucediendo. No crees que tienes lo que necesitas tener. Eres un emprendedor, una directora, un escrito, una artista. Sin embargo, piensas que eres el que sobra, eres un raro entre muchos, alguien que no merece la pena estar donde está. No Habilidades y no oportunidad de llegar a un sitio con propósito.
Sé esto, muy bien, porque he estado ahí también. Estoy. Y estaré, probablemente. La gente que me ha inspirado ha estado ahí, está y estará. Cuando intercambio pensamientos con gente más sabia y plena que tú y que yo, nunca han dudado en decirme que han estado ahí. Están y estarán.
El truco es que cuando trabajar en llegar a ser algo o cumplir algo, no hay nada ni nadie en lo que fijarte, ni como guía ni como competencia. No hay una línea que pueda medirte contra otra persona.
No creo que que la comunidad literaria o la industria de la tecnología o el gremio de pintores locales se unan, y se pongan de acuerdo para crear un estándar por el cual los nuevos “jugadores” puedan ser juzgados.
Espera, te aseguro que encontrarás unas pocas personas que piensan que ese es el caso. Seguro, pero esas personas no deberían importante en absoluto. Esas personas son escépticos y cínicos. Ellos mismos piensan que no son lo suficientemente buenos, no merecen y no se merecen, así que lo proyectarán hacia ti. Confía en mí, nunca estarán cualificados para decir que puedes y qué no puedes hacer.
Lo mereces más que nadie
Si quieres hacer algo que importe – para ti primero – hazlo, maldita sea.
Si hay una ciencia que quieres investigar, hazlo, si hay una nueva profesión que te gustaría probar, pruébala. Y si hay un camino que quieres recorrer, y quizá permanecer en él, no hay por qué temer, ser tímido y rechazar darte una oportunidad. ¿Cómo va ayudarte hacerlo? Los primeros pasos serán los más duros, pero una vez te adentres en este viaje, poco a poco será un poco más fácil.
Aprenderás. Descubrirás nuevos bloqueos, barreras y adversidades, pero también contarás oportunidades que te harán mejor. No obstante, nada sucederá si no empiezas con sea cual sea la habilidad, conocimiento, capacidad o pasión que ahora posees. Por muy poco que creas en ellas, por poco que creas en ti. Todo eso es la plataforma que juzgará si progresas o no.
Cuando nos estancamos a nosotros mismos y nos repetimos una y otra vez que no valemos lo suficiente, acabaremos peor cada día. Un día nos veremos a nosotros mismos sentados en un sofá, reclinados hacia atrás quejándonos de las vidas que no vivimos.
Hace bastantes años decidí que nunca sería uno de esos. Costara lo que costara, y ha costado lo suyo. Y sigue costando lo suyo.
Piensa y actuá como si lo mereces, porque en realidad lo mereces.
El Viaje continúa: dejando Bondi Beach (Sídney) rumbo al noreste, por delante 11 días viviendo en una pequeña furgoneta.
Photo credit: Lucz Anne Fowler.