Bien, este es el momento en el cual rindo cuentas a mí mismo sobre mis fracasos (o fallos) más grandes del pasado año, los cuales comparto y expongo aquí ante ti. Tal y como hice en 2013 y 2014, es un poderoso ejercicio que me ayuda a seguir creciendo, a ser consciente sobre todo lo que no ha salido bien, pero ante todo, a desnudarme un poco más, a despojarme del escodo y mostrar toda la vulnerabilidad que pueda ante. Sí, este soy yo, un tipo vulnerable que hace cosas, que usualmente fracasan en un ratio 15/20, esto es por lo que considero que avanzo rápido hacia delante.
Este año, en julio, construí un nuevo sistema «mis derrotas diarias», empecé a anotar entre una y tres pequeñas – o grandes – derrotas diarias, luego por cada uno de esos fracasos, trataba de trabajar en uno o dos aprendizajes. Piensa de julio a aquí cuantas derrotas y cuantos aprendizajes. Que maravilla.
Todo ello me ha llevado a una lista de mis fracasos pronunciados más comprensiva, eficiente y larga que los años anteriores. Aquí va.
Mis fracasos más importantes en 2015
- Desafío Vida: mi gran fracaso no estuvo en no completar la prueba, eso podría pasar en un desafío, claro. No, el gran fracaso estuvo en que no logré recaudar ni si quiera unos mínimos para la causa por la que iniciamos este desafío social, construir el primero centro de atención para niños con Cáncer en Bogotá. Aquí explico más en profundidad.
- Consecuentemente el punto anterior me llevo a otro fracaso pronunciado, Desafío Vida causó en mi una frustración que arrastré durante meses. Perdí, en parte, por el camino, algo de mi esencia. En algunos aspectos cotidianos, dejé de ser yo. Gran error, pero sucedió.
- 2015 será recordado para mí, entre otras cosas, como el año en el que un día perdí la motivación. Desafío Vida, toda la preparación previa e intento de cambio positivo y la cancelación del proyecto social La Gran Hazaña, 45 días antes de su realización, después de entrenar por semana entre 500 y 1.000 kilómetros por ciclo de trabajo deportivo. Todo ello me golpeó fuerte, mis ánimos estuvieron por los suelos, no tenía ganas de hacer muchas cosas, dejé de hacer deporte durante una temporada. Estuve muy afectado. Fue inevitable, pero fue otro gran fracaso. Es humano, lo sé, pero me envolví en mis propias lamentaciones, me dejé llevar, a gusto, por la negatividad.
- Quité importancia a la gestión de mis finanzas, impuestos y tesorería. Por lo tanto, he pagado el precio, bastante caro por cierto.
- He intentado extinguir las pistas que mi intuición lanzaba continuamente. He he hecho «oídos sordos» a los avisos de peligro de mi instinto. Este año, durante un tiempo considerable, ignoré a esa vocecita que después de todo me ha traído aquí. En un momento dado, lo pagué todo junto. Este ha sido el fracaso estrella del año.
- He hablado demasiado, he fanfarroneado, he alardeado, he parloteado más de lo que ningún otro año había hecho hasta día de hoy, sobre mi trabajo, mis logros, todo lo que hago, lo que iba a hacer, lo que no he hecho y lo que hubiera hecho. Me he flipado, lo confieso. Yo lo he notado, otras personas lo han notado, no me he sentido cómodo. He hablado más de 90% que debería haberlo hecho.
- Mi actitud, personalidad y resultados han impactado negativamente a personas que respeto, aprecio y quiero. Esto me ha dolido y les ha dolido. Podría haberlo evitado fácilmente. Me arrepiento, no ¿Qué sentido tendría si ya está hecho?. Es un fracaso, no una queja.
- Al anteponer a una persona a mí mismo con tanta fuerza, perdí la noción de quien era yo, mis valores, mis credenciales.
- Dar segundas, terceras y cuartas oportunidades, aunque no lo creas, para mí ha sido un gran fallo este año.
- Pensar, ni tan solo por un momento, en que puedes cambiar a alguien que no quiere cambiar es otro de los más pronunciados fallos de este año. Qué barbaridad.
- Volví a procrastinar con el projecto de la web de agencia de IG, otro año más.
- He dado al menos cuatro conferencias en las cuales he estado por debajo de mis posibilidades, no las preparé, no hice intención de hacerlo y no cumplí mis objetivos.
- Entrar en tantos proyectos, por un buen momento, me sobrecogió y quedé paralizado sin saber qué y donde priorizar mis esfuerzos.
- Antes de hacer algo ya estaba pensando en cómo comunicarlo, es justamente todo lo contrario. Error fatal. Aprendizaje sin igual para mí.
- El amor no es un ítem en una lista de comprobaciones que puedes tachar como capricho porque quieres. Da igual todo aquello que proponga conseguir y logre, con el amor no funciona. Pensé en que podría caer enamorado de alguien solo porque era el momento ideal, solo porque me siento completo, tengo todo lo que nunca desee y soy capaz de conseguir lo que me propusiese, incluso si quería caer enamorado de alguien sin estarlo. Solo por completar la última casilla que tenía por completa en la lista «felicidad absoluta».
- He invertido más de 25.000€ en proyectos sin lanzar (si no se lanzan, significan que has perdido).
- Dejar de ser contundente como hasta ahora, eso ha sido una derrota considerable.
- No estar a la altura al liderar dos proyectos empresariales. Dedicar demasiado poco tiempo a unificar áreas de trabajo. Olvidar conectar más con las personas del equipo.
- Obviar la falta de feedback por excesiva confianza en mi trabajo y el subsecuente resultado.
- Y permíteme acabar con el fallo más grande de todos, traicionarme a mí mismo, sí en 2015 me traicioné, fui contra todo lo que me construye como persona (y en parte como profesional porque es lo mismo).
Cuanto más grande y profundo fracasas, más valioso es el aprendizaje, y el posterior resultado obtenido. Estos son mis fracasos.
Sigo pensando en que fallar mucho, rápido, barato y exitosamente, es la mejor herramienta de progreso que he probado jamás. Allá vamos. A la carga.
Photo credit: Chema Solís.
19 comentarios
Post cercano y sincero Isra, congrats!
Yo estoy acabando mis biggest fails para compartirlos, pero creo que están lejos de esa honestidad brutal con lo que los has descrito!
Lo bueno es que cuando fallas, el siguiente éxito suele multiplicarse por dos, motivado por el error. Permission to fail =)
Abrazo crack, Dani
Vulnerable es aprender. Genial. Vamos a ello Dani. Avísame cuando lo publiques por favor.
Hola Isra.
Admiro profundamente tu valentía.
No sé si me vas a convencer de que equivocarse es bueno.
Yo soy un error del sistema y no me siento bien por ello.
Creo en ti espero que no pierdas la ilusión de nuevo.
Se prudente con la contundencia algunos somos delicados.
En todas las paredes hay grietas y por ahí se cuelan los milagros.
Cuidate. Gracias.
Tus fallos me suenan a éxitos para mi. Claro. Todo es variable según la perspectiva. Te has ganado con este artículo tan sincero mi admiración. Haré lo mismo en mi blog. Un abrazo Isra.
Me ha fascinado el post. Me gusta ver que » eres humano también» (siéndolo lógicamente), ver como fallas, te equivocas, la cagas al igual que lo hacemos nosotros. Y sobretodo aprovechas eso para construirte de nuevo y ser un Isra más completo. Felicidades!!
Felicidades por la sinceridad y gracias por la humildad. En ese orden.
Ahora entonces toca día cero. A corregir y volver a construir desde lo que eres, no desde aparentar ni pretender.
Exacto Pablo, hasta que no seamos honestos con nosotros mismos, no habrá manera alguna de poder sobresalir.
Juanma, soy más imperfecto y vulnerable de los que muestra el post, incluso.
Adelante Raúl. Gracias por tus palabras y comentario.
Seguimos, siempre hacia delante.
Habrá habido fallos, seguro que unos cuantos, pero reconocerlos,analizarlos y aprender es el mayor éxito con el que un ser humano se puede encontrar.
Eso es Reme.
Me alegro que te des cuenta de tus errores. Es difícil darse cuenta a tiempo y cambiar hábitos. Te engrandece además exponerlos en público.
Yo, por ejemplo, he casi dejado de seguirte. Te he notado este último año muy robot en redes sociales, transmitiendo muy poco y sin feedback, espero que cambies y sigas como en años anteriores.
Un saludo Isra
Gracias Nacho, gracias por el feedback. Soy más robot en redes sociales (un robot que siempre con atesta y permanece humano) para ser mas humano con la gente que me preocupa y hacer más trabajo importante. He salido ganando.
Cuando quieras sabes dónde encontrarme. Mitad robot, mitad humano.