Nada de lo que te cuentan es totalmente, cierto, pero tampoco totalmente incierto. Cualquier consejo puede funcionar de forma genial, o de forma catastrófica. El arte puede cambiarte de forma positiva o puede dejarte completamente indiferente. Cualquier feedback puede construirte o romperte en pedazos. Lo mejor de otra persona puede ser lo peor para otra, y lo peor de otra persona puede ser una grandísima oportunidad para la otra. El trabajo de ensueño podría no serlo tanto, y la amenaza profesional podría ser un gran trampolín. Todo es más relativo de lo que promulgamos. Por eso necesitas empatía.
El mensaje que trato de enviar aquí es, nada es universal, excepto algunas muy pocas cosas. Todos venimos con nuestro set de habilidades núcleo, superhábitos, especialidades, destrezas, éxitos, y derrotas, y con todo eso, vienen un gran manojo de sesgos, trivialidades, percepciones y formas diferentes de entender el mundo, las personas, la vida y el trabajo. Por eso necesitas empatía.
Considera esto cuando:
- Vayas a dar o recibir un consejo – incluso esperado.
- Pienses en recomendar algo a alguien que no lo ha solicitado.
- Trates de enseñar algo a pequeños o no tan pequeños.
Eduques en seacual sea lamateria .- Otorgues feedback (pedido expresamente) – o cuando lo pidas.
- Juzgues el comportamiento de otra persona – hasta el tuyo propio.
- Estés en desacuerdo o estés molesto con algo o alguien.
- Decidas que tu filosofía o estilo de vida es el que marca la diferencia.
- Vengas a mostrar al mundo tu proyecto, método o invención.
Necesitas empatía
A veces, todo lo que necesitamos, son dos/tres segundos extra para darnos cuenta de que no siempre (ni en la mayoría de ocasiones) nuestra llave maestra abre todas las puertas. Ni nuestras lentes ven la misma realidad, ni nuestros zapatos andan por los mismos caminos (aunque parezcan idénticos).
Sin embargo, nada de esto supone un problema, solo hay que buscar otras llaves maestras para abrir esas puertas. Utilizar nuevas lentes para ver las cosas de forma diferente, y calzar nuevos zapatos que nos hagan sentir cómo otros caminan.
Consejo no solicitado: deja de predicar, incluso de intentar hacer el «bien», sin las llaves, lentes y zapatos adecuados, podría causar el efecto contrario.
Los sabios de verdad, actúan cuando deben, no cuando sienten o piensan.
Empatía, empatía y empatía.
Atribución imagen: Anne Worner.