Esta es la historia, cuando era pequeño, en Alcoy, vivía en un barrio llamado Zona Norte. Allí, bajo de mi casa había una tienda de comestibles regentada por la señora Lucia, una mujer de 40/45 años muy amable, sosegada y sencilla.
Un buen partido
Allí estaba servidor en pequeño, un torbellino, el mas buscado por los hermanos mayores de los niños de mi barrio para ponerme caliente, inquieto, curioso e imaginativo. Era esa clase de niño repelente y con mala idea que se escondía detrás de los bancales y tiraba piedras a los mayores cuando salían de clase y que enseñaba el culo a la niñas al salir de las clases de gimnasia. Cuando me aburría echaba pegamento en las cerraduras de las entradas de los edificios de mi o lanzaba escupitajos en las barandillas de las escaleras, sí todo un partido. Sin embargo, lo curioso era que cuando entraba en «Lucía» (así lo llamábamos) – normalmente haciendo recados a mi abuela o mi madre – cambiaba por completo, de repente me volvía tranquilo, sosegado e incluso educado. Ella sabía de mis trastadas perfectamente, de hecho poca gente en mi barrio no las conocía.
El resultado del mapa es tu sonrisa
Una vez, cuando estaba en la tienda me dijo: «Israel, todos tenemos algo especial, algo que nos hace diferentes, justamente cuando nos damos cuenta de ello, es cuando ya lo hemos perdido. Eso sucede cuando crecemos y nos dejamos influir por lo que dicen los demás. Sucede en personas como tú, que eres pequeño y por lo que veo no has permitido que nadie te marque el camino a seguir. No has dejado que nadie te diga donde debes ir y qué hacer, haces lo que quieres hacer – aunque a veces esté mal – bien, crece de esta manera, no permitas lo contrario. Sigue siendo tú, siempre, pase lo que pase. No creo que seas millonario o una estrella del Pop, pero podrás vivir con dignidad cada uno de tus días, sin arrepentimiento y con una sonrisa siempre en tu rostro. No pierdas antes de empezar.»
Mapa sin mapa
Hoy, 20 años después, recuerdo esas palabras y no quiero más que compartir esta historia contigo. Mi pregunta es: ¿Por qué de entre todas las cosas que nos enseñan de pequeño, no nos enseñan a ser nosotros mismos? A ser auténticos, permanecer curiosos, aceptar nuestras irreverencia por naturaleza. A no seguir el manual que siguieron tus abuelos, padres o profesores, ni tampoco el de tus hermanos, sino a seguir el mapa que está pendiente de ser dibujado, el tuyo propio.
Reflejando las palabras de la Sra. Lucia: no hay nada de malo en ser uno mismo, mostrarte al mundo como eres y bueno, quizás separarte de la multitud. Bien, es posible que no sea la clave hacia el éxito – o sí – pero definitivamente es la clave hacia una vida digna, honesta y repleta de paz con uno mismo. Lo que es lo mismo, el camino hacia la libertad ¿no es eso motivo suficiente para intentarlo?
No pierdas antes de empezar.
11 comentarios
Mi tocaya tenía toda la razón. Quien desde pequeñ@ ha procurado ser él o ella mism@, siempre tratará de perseguir sus sueños, sin arredrarse. Pero la mayoría vamos creciendo rodead@s de «qué dirán» y de miedos en general que nos impiden avanzar. De todas formas nunca es tarde para intentar eliminar ese lastre/mochila que llevamos cargando en la espalda. Cuando era pequeña, yo era todo lo contrario que tú: demasiado tímida. Eso me ha impedido hacer muchas cosas que me hubiera gustado hacer, por puro miedo o vergüenza. Poco a poco lo he ido venciendo, a base de ir eliminando ideas irracionales sobre lo que pensarán o dejarán de pensar los demás sobre mi. Y cada vez me siento mejor conmigo misma. Un abrazo!.
me gusta.
y a parte del gran mensaje q lanzas, me confirmas algo que ya he comprobado…cuánta sabiduría se encuentra en la gente sencilla!!!! Gran post!
Gracias Sofia.
Exacto Paqui, simple es el complicado de este nuevo mundo. Gracias.
Todos deberíamos encontrar alguna vez a alguien que nos recordara que no dejemos de ser nosotros mismos. Lucia acertó a medias, una estrella del pop (que yo sepa) no eres, pero, una estrella de la motivación, que es todavía mejor, sí.
Como siempre, una entrada de las que llegan dentro, gracias.
Todos tenemos gente sencilla, humilde y grandiosa a nuestro lado, la cuestión no es esa exactamente, sino si los reconocemos y estamos dispuestos a escucharlos. Gracias Cristina.
¡A la cantidad de gente que ayudas con tus palabras cada día!.
Estoy totalmente de acuerdo con Cristina y Paqui, la seguridad que transmites, la positividad, el «todo es posible, si te esfuerzas, evidentemente», «tú puedes con eso y con más …»
Gracias, mil gracias por todo lo que puedo leer y entre leer cada día, gracias por tu tiempo y tu constancia y gracias por los consejos que estoy segura que un día no muy lejano, llegaré a saber trabajar con ellos.
Saludos,
Silvia
Gracias Silvia, tus palabras son el ROI de mi blog, el cambio, la utilidad, la ayuda y ese pinchazo en el culo que pretendo con cada palabra que escribo.
Eso es, hay que hacerlo para conseguirlo. No queda otra.
No, gracias a ti, por dar un paso al frente, por crecer y optar por el camino de hacer que suceda, es más costoso, pero a la larga paga dividendos. Esto seguro de que lo harás.
Un saludo y gracias de nuevo.
¡realmente inspirador, isra! muchas gracias por compartirlo.
da por hecho que produces cambio, porque predicas con el ejemplo y eso es lo que nos llega al corazón: las personas auténticas y sencillas que son ellas mismas y nos recuerdan que tenemos que ser nosotros mismos, como dicen lucia, cristina y paqui.
el lado oscuro es el que nos putea con la vergüenza, el miedo y la culpa. Os quiero 😉
Gracias a ti Anton. Autenticidad «is the new killer APP» : )