A puertas del año 2015, todavía sigo preguntándome para que sirve la universidad o más preocupante todavía, para que sirve una carrera o un incluso un MBA. Estos son activos no revalorizados en la nueva economía disruptiva.
Seth Godin estaba en lo cierto, hay algo que no funciona, ni funcionará. Algo fundamental no funciona cuando un «profesional altamente cualificado» ni siquiera sabe cómo buscar trabajo eficientemente, cuando un «titulado MBA» compite porque su CV se seleccionado de una pila de papeles o cuando alguien que «sobresale» lo hace por las increíbles fotos que sube en Instagram o tweets ingeniosos. La mayoría de estudiantes sufren una crisis de identidad justo al terminar sus estudios universitarios, un claro indicador de que la educación que todos conocemos hoy no sirve. No hay fallo, no hay riesgo, no hay incertidumbre, tampoco liderazgo, pasión, compromiso ni conexión. Pretenden que seas perfecto en tus respuestas o exámenes, pero sin embargo no hay rastro de excelencia. Si hay mediocridad, complacencia y obsolescencia.
El aprendizaje que nuestras futuras generaciones necesita llevarse cuando se enfrente al mundo en el que vivimos tiene que ver menos con leer un libro y más con liderar su propia vida, algo más con aprender que tienen a su disposición todos los medios necesarios para elegirse y no esperar a que una agencia Ogilvy, BMW Motors, Red Bull o Adidas de seleccione con un dedo. Va sobre sobresalir, no encajar, inventar, no copiar, lanzar, no procrastinar. Definitivamente va sobre habilidades núcleo más que datos y toneladas de conocimiento no objetivo para la particularidad de cada estudiante. No tiene que ver con aprender aquello que funcionaba en el año 1990 o 2000, sino con conocer cómo marcar la diferencia en este nuevo, extraño e inquietante, pero maravilloso, mundo.
Si eso es lo que tenemos entre nuestras manos y aquello que significa el presente (y futuro) al cual entregamos a nuestras generaciones. ¿Qué va a pasar con ellos?
Te pregunto a ti… ¿Para qué sirve la universidad?
Photo credit: rosipaw.
16 comentarios
Creo que tienes bastante razón. Lo que será y lo que está siendo no cuadran en cuanto a la preparación para la vida profesional. Sin embargo pienso que modificar el sistema actual con loque implica de políticas y la complejidad de dar respuesta a individualidades en vez de utilizar contenidos y estrategias homogeneos tiene un coste y supone una cantidad de trabajo que no caben en mi imaginación (y tengo bastante). Creo que es muy sencillo decir que algo no funciona y muy muy difícil dar alternativas válidas, concretas, ejecutables.
Particularmente me molesta bastante que me digan ¿esto para que sirve? en vez de decirme, con esto mejorarás ¿por que no lo pruebas?.
Ya sabes. Criticar es fácil, lo dificil es solucionar o mejorar lo que hay.
Bueno. Creo que la universidad es un período de formación necesario que te puede abrir muchas puertas. Superar retos, conocer a profesionales de primer nivel…. Esos años no los cambio por nada… Está claro que hay que producir, ser dueño de tu propia vida y tener un trabajo digno… Creo en la universidad y en la formación. Pero estoy de acuerdo contigo en que TODO, absolutamente TODO, depende de cada uno.
@alopezvicente
Desde luego, Seth Godin tenía razón en una cosa y es que, la universidad no está pensada para generar líderes o creativos, pero no todos los profesionales necesitan despuntar en estas cualidades. Me vienen a la cabeza los cirujanos, por ejemplo.
Hay todo tipo de gente, y los motivos para ir a la universidad son varios: creen que les va a forjar un futuro profesional, su ambiente les conduce a estudiar, o simplemente están perdidos y toman este camino.
Lo importante es saber el objetivo para tomar el camino. Si te vas a dedicar al marketing digital o algo del entorno, la universidad solo va a servir para perder 3 o 5 años.
PD: No he ido a la universidad 😉
La universidad de hoy en día está educando a las personas justamente en lo correcto que deben hacer para encajar. Suerte que ahora más que nunca podemos decidir que va a pasar después.
Hasta que la educación no nos enfrente contra el mundo conectado, disruptivo e incierto al que nos enfrentemos cada día, da igual cual sea tu objetivo, no habrá forma de lograrlo. Creo.
Pero el fin último de la universad es el conocimiento, no la educación. Está claro que la experiencia aporta algo de lo segundo, pero no es la prioridad.
La educación, que entiendo es lo que nos da las capacidades emprendoras, de sacrificio, creativas, etc… la recibimos de nuestro entorno, pero nuestra sociedad (la española), no es precisamente un referente en esto.
De ahí mi idea de los objetivos: si necesitas conocimientos, pasa por la universidad. Si puedes producir con lo que tienes, empieza ya.
El problema en este caso Isra es que en la Universidad nos enseñan qué es lo que teóricamente funciona, cuando en el día a día se demuestra que esa «fórmula» es relativa. Todavía recuerdo profesores de gestión de proyectos, o de administración de empresas que nunca crearon nada! ellos solo podrán enseñar lo que hay en un papel no lo que hay en el campo de batalla!
un saludo Pepe
Está cada vez más claro que hay que cambiar las reglas de juego. Pero cuando se cambian las reglas de juego, es muy difícil que las nuevas vayan todas en la misma dirección…
Gracias Isra por tratar este tema. Como bien comenta Sir Ken Robinson en su libro «El Elemento» el actual planteamiento educativo a todos los niveles, desde Primaria a la Universidad se basa en el concepto del siglo XIX donde el pujante proceso de la Revolución industrial necesitaba obreros muy enfocados a realizar una serie de tareas mecánicas. Hoy en día y en el futuro inmediato ese enfoque ya no es válido, sin embargo, lo único válido que tenemos que aprender nosotros mismos y nuestros hijos es potenciar al máximo la creatividad, ya que es lo único que nos asegurará un futuro laboral y un futuro viable para la propia humanidad.
La Universidad debe estar orientada a formar y preparar a potenciales profesionales a adaptarse y desenvolverse en un mundo en constante cambio. La Universidad de hoy no puede regirse por los parámetros de la Universidad de hace unos años, más rígida y estática. Los procesos de actualización hacia esos nuevos entornos exigen respuestas más rápidas. La tecnología ha transformado las relaciones, la economía, la transmisión del conocimiento, etc.
La oportunidad no reside en seguir un canon sino en fijarte objetivos y tomar las riendas de tu propia vida. No aprendemos esto tan rápidamente, al contrario, la vida tiene ciclos y esa enseñanza no recala precisamente en la adolescencia. Esto no significa que no debe inculcarse, al contrario, debe ser eje de la formación y la orientación del individuo.
La Universidad tampoco es la panacea. Necesitamos personas comprometidas con sus sueños. No puedes estar pendiente de que te llamen de una empresa para trabajar.
Esa es una opción pero el mensaje que encierra es caduco.
Nos guste o no, la transformación es permanente y los niveles de respuesta de las personas a esos nuevos retos marcará la diferencia. Estoy de acuerdo Isra.
Necesitamos una UNIVERSIDAD diferente, una universidad en mayúsculas, una que esté tocando la tierra y que esté abierta al mundo (Muchos indican en su currículum que se han formado en la universidad de la calle, pues esa es la idea).
No podemos tener una formación que vive de espaldas a la sociedad y cerrada entre sus muros, y es eso lo que tenemos, no formamos profesionales 100% útiles, formamos memorizadores, calculadores, pero a la hora de la verdad no saben aplicar esos conocimientos a la realidad. O no desarrollan sus talentos.
No podemos tener un 80% de universitarios que quieran ser funcionarios, eso no genera PIB, no es productivo, rompe la disrupción y genera una sociedad robotizada.
La Universidad, las escuelas, los institutos deberían:
– Buscar los talentos y potenciarlos
– Empujar a los jóvenes a la creación y a emprender (cada uno en lo que sabe hacer)
– Acercarse a la sociedad: personas, empresas, asociaciones, administración, etc.
– Impulsar la investigación desde la sociedad, generar productos y servicios útiles
– Potenciar el deporte como medio de escape
– Olvidarse de calificar la teoría para valorar la práctica
– Dejar los despachos y pupitres para salir a la calle
En resumen, generar valor, y no hablo solo en términos económicos.
Un saludo.
Yo creo que si intentamos reformar lo que existe, va a ser muy difícil, muy largo e imposible.
La solución puede ser que todos nos descolguemos de este sistema ineficaz que está haciendo que mucho talento quede en la frustración y en la marginación.
Quizás no es arreglar el problema, es hacer otro sistema nuevo. Tal vez la educación no debería depender ya del dinosaurio del ministerio de educación. Deberíamos crear otro nuevo con nombre diferente: Emprendimiento y Creatividad o Felicidad… o algo así y construr de cero.
Porque creo que ya no es la era de educar, es la de apoyar el talento y luego la persona busca el resto.
No sé Delfina, yo desde este lugar lo veo más fácil.
Y gente como Isra va muy deprisa. En unos años ésto está hecho, no Isra?
Predecir lo que sucederá carece de sentido para mi, pero lo intentaremos, en nuestra mente no queda otra. La acción moverá las cosas de sus sitio, a ver que sucede entonces.
Creo que tienes razón Dori pero mira. En la administración las cosas son muy lentas. Aunque se han puesto las pilas con las nuevas tecnologías seguimos teniendouna ley de procedimiento antigua y los constantes cambios de cargos políticos que cambian las directrices de sus departamentos no ayudan a que las cosas se puedan ejecutar rápido.
Soy partidaria 100% de la educación pública pero está todo demasiado encorsetado y no veo un cambio radical solo se hacen posturitas. Ayer comentaba con una amiga que no entendemos como los niños no tienen ya su ipad o tablet en vez de los libros. A mi me han costado 399 euros los libros de mi hija de primer curso de primaria. Con ese dinero se pueden comprar las herramientas tecnológicas necesarias para que aprendan a investigar y aprendan todas las competencias que necesitan para su edad con el apoyo de programas específicos. Podrían hacerse las evaluaciones de manera continua con las entradas y resoluciones que hacen en los programas. Trabajando igualmente la lectura la escritura, el cálculo, las actividades artísticas y la investigación directamente con estos soportes.
Siempre cuento que mi hija aún estaba escribiendo a mano pa pe pi po pu y un día la pille escribiendo en google «monsterhigh13monstruodeseos» porque queria jugar y ya habia aprendido a utilizar el buscador. Ves todo esto y te das cuenta de que o se da una verdadera revolución en educación desde las administraciones o estamos perdidos. Yo lo veo dificil.
Delfina, si te fijas en los directivos y presidentes de los grandes desarrolladores de las tablets y tecnología punta, verás que ellos llevan a los niños a colegios donde no hay nada de tecnología, con lo que podría decirse que no es todo tan bonito como poner una tablet y que anden..