Mucha gente te dirá algo como esto: «haz lo que te hace feliz», «trabajo en lo que te apasiona», «encuentra tu propósito en la vida», «sé tu propio jefe», «lánzate a la aventura», «arriesga», «sé feliz ahora mismo»… y todas esas cosas…
Sí, desde una perspectiva y enfoque a largo plazo, claro, sé y haz todo esto, y más. Sin embargo, y esto duele verlo escrito, ese no es el plan a seguir en tu día a día. En absoluto.
Porque si haces lo que te hace feliz en este momento, bien…
La comida basura te hace feliz ahora mismo.
Despertar a las 10am te hace feliz ahora mismo.
No ir al trabajo te hace feliz ahora.
Deslizar durante horas el feed de Instagram te hace feliz ahora mismo.
Entrenar mañana te hace feliz ahora mismo.
Ver la serie de turno te hace feliz.
Haz lo que evitas hacer
Así que hay muchas cosas que pueden hacerte feliz ahora mismo, pero que te hacen perder en la larga distancia. No hacen nada bueno por ti, te hacen suave, débil, acomodado, mediocre. Y cuando el momento de serlo llegue, no te sentirás pleno, porque nada de eso sirve para cumplir esta meta.
Así que por y para hoy, no hagas lo que te hace feliz, ni lo que te apetece. No.
Haz lo que te desafía.
Lo que te empuja.
Lo que te gana.
Haz lo que te bloquea, incomoda y lo que te hace mejor.
Busca y haz eso que debe ser hecho para que explote tu mejor versión, o la de otros, incluyendo negocios, causas sociales o familiares. No importa si sientes que te apetece hacerlo o no. Solo ejecuta, sobre todo en los momentos más difíciles.
Justo acabo de terminar de pasar un buen rato con mi gran amigo Ismael Cala. En la conversación, ambos hemos concluido que solo es posible trascender y vivir plenos cuando haces las cosas más odiosas, complejas, arduas e injustas, aunque no lo sientas. Porque es justamente eso lo que te llevará a la libertad personal que todos necesitamos.
Feliz ahora mismo: ejecutar todo
Esta historia va sobre ejecutar, no importa lo cansado que estés, si llueve, nieva, alguien ha muerto, estás enfermo o viene un huracán, Todo esto es secundario, porque si quieres ganar tienes que ejecutar, y si quieres perder, o quedarte en tierra de nadie, solo tienes que hacer las cosas cuando te sientas bien.
Esa es la diferencia entre todo lo que siempre has querido y todo lo que actualmente posees.
Deja que la gratificación instantánea, la felicidad engañosa y el apetito emocional guíen tu día y no solo serás infeliz para siempre, sino que también serás esclavo de algo que nunca llegarás a alcanzar. Viviendo con esa insatisfacción tan dolorosa y corrosiva.
Atribución imagen: Hernando Medina.