Las personas, marcas y empresas que sobresalen de sí mismas ganan en el largo plazo, sin apenas excepciones. Sobresalir de si mismos significa volverte vulnerable y accesible. Significa conectar con personas y clientes a un nivel humano y auténtico, individual. Significa poseer unos principios, exponerlos y defenderlos, pase lo que pase. Sobresalir de si mismos es aceptar, admitir, observar, reflexionar y ajustar para ser una mejor persona, marca, equipo o empresa. El resultado de este trabajo ayuda a construir confianza, hace que sea fácil gestionar las expectativas y facilita el proceso de toma de decisiones. También es más divertido hacer tu trabajo cuando algo te hace sobresalir de ti mismo. La razón: porque tienes una misión, hacer algo en lo que crees y que sientes. Por supuesto, hay un coste. No puedes obtener algo por nada.
Sobresalir de resto vs de mí mismo
Es algo frustrante observar a profesionales de marketing, políticos y empresarios, fallar en la trampa inteligente de intentar sobresalir del resto antes (o al mismo tiempo) de sobresalir de ellos mismos. Nunca sucederá.
No puedes crear cambio en tu ciudad si primero no creas el cambio que tu mismo necesitas. No podrás ayudar a tus clientes si primero no encuentras la ayuda que tú mismo necesitas. Liderar a tu equipo o empresa no será viable si primero no aprendes a cómo liderar tu vida y/o tu familia hacia donde necesita estar.
Esto también aplica al amor (ayer fue San Valentín), no puedes amar a alguien, si primero no aprendes a cómo amarte a ti mismo/a.
Tampoco puedes mejorar la vida de otras personas, si primero no averiguas como mejorar la tuya propia. No puedes enseñar a otros a cómo ser ultraproductivo, si tú no dominas antes la ultraproductividad.
No puedes exigir trabajadores inconformistas si tú no estás abierto al inconformismo.
Sobresalir, en realidad
Para hacerlo, debes comprometerte contigo mismo, tomar decisiones dolorosas, mayormente sobre lo que no haces. No trabajo para ti, no contratamos a personas que no respiran nuestros principios, no ofrecemos ese tipo de servicios. No hacemos nada que no hayamos dominado primero nosotros.
Nadie nos ha enseñado a sobresalir de nosotros mismos, a comprometerse, a no abandonar el camino, a no perder la confianza o dejar de ser mediocres. Es el momento de aprender a cómo sobresalir de uno mismo.
Si tienes que sobresalir del resto para sobresalir de ti mismo, vas a perder. Nadie es capaz de destacar del resto hasta que primero no lo ha hecho de si mismo.
Si quieres ser una persona, marca o empresa inolvidable, olvídate del resto, trabaja en ti, invierte en ti, cree en ti. Necesitarás principios, autenticidad, vulnerabilidad y excelencia hoy, mañana y pasado.
Photo credit: Dorothy Joan.
8 comentarios
Es verdad, al primero que hay que superar, es al hombre mediocre que de alguna manera todos tenemos, aquel hombre que, queriendo hacer mucho, se bloquea encontrando el inicio. [email protected]
Eso es Didier. Desde dentro hacia fuera. Vamos a ello.
¿Pero no ocurre que, a veces, paradójicamente lo que para ti no es sobresalir sí lo es para los otros?
Sí, soy consciente de ello, mi visión del mundo de «sobresalir» es diferente del «sobresalir» de otra persona, por eso hay que abordarlo desde diferentes contextos, en diferentes personas,.
Me refiero a uno mismo, cuando tú piensas que no sobresales y en cambio los demás sí lo creen. Entonces me pregunto…¿no influye la auto-exigencia?¿Qué es sobresalir?¿Para quién?¿Para qué?…
Como tú dices se llama auto-exigencia, sobresalir es algo que sientes tú y nadie más que tú, creo.
¿Sabes qué siento? Que nuestra esencia se ríe compasivamente del afán de sobresalir de nuestro ego, tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás. Un abrazo de energía positiva Isra.
Es posible Montse. Todo depende de nuestra visión del mundo de cómo enmarquemos «sobresalir de ti mismo».