Estoy lejos de ser imparable, pero actúo como si lo fuera.
Eso me convierte en una persona de espíritu imparable, ¿y qué sino?
Llevo años atacando a la vida.
Sí, atacando, no defiendo, ¿para qué lo iba a hacer?
Solo se me ocurre ir a por las cosas.
¿Para qué no ir?
Sigo adelante incluso aunque no me queden ganas.
Por supuesto ¿por qué debería parar sino?
Busco la pregunta.
Naturalmente, ¿o a caso debería preocuparme por la respuesta?
No sé nada especial.
Obviamente, ¿o debería presumir que sé algo revelador?
Voy a morir.
Ninguna novedad, ¿por qué debería pensar que viviré hasta el fin de los tiempos?
Con el tiempo, todo y todos desaparecerán.
Menudo descubrimiento ¿en qué estabas pensando Isra?
He venido aquí a impactar positivamente en las cosas que me importan.
Menos mal que me he dado cuenta, porque ¿qué otra mejor cosa podría hacer con este lugar que se me ha concedido?
Estoy aquí, escribiendo estas líneas, en ningún otro sitio.
Vaya ¿y dónde ibas a estar sino? ¿en “mañana” en “pasado”?
Escribo porque lo necesito, porque lo amo, porque es mi conexión con lo divino.
No escribo para ti ¿por qué debería hacerlo?
Vivo rápido y lento al mismo tiempo.
Una contradicción ¿y qué importa eso?
Da igual lo que suceda.
Claro, va a suceder igualmente, ¿para qué resistirnos?
No importa lo que pierda, tengo todo lo que necesito.
¿Qué más podría tener?
He lanzado mi cuerpo y mi ser contra cada miedo que ha aparecido en mi camino.
Y eso que lo que quería era huir ¿pero para qué escapar?
Llevo invirtiendo todo en lo que hoy soy.
Si tuviera más invertiría más, ¿para qué destinarlo a otra cosa?
Un día la fortuna vendrá y se llevará todo lo que quiera de mi vida (y de la tuya)
Pues que venga cuando quiera y que haga lo que le apetezca ¿o a caso voy a poder impedirlo de alguna manera?
¿Dónde nos deja todo esto a ti y a mí?
En el umbral de un espíritu imparable.