Hoy he escrito una carta para alguien como tú con algunas recomendaciones sobre qué hacer una vez te des cuenta de que no hay partido de ida y vuelta. Es una carta para alguien como tú sobre cómo aprovechar esta gran oportunidad llamada vida. Aquí va:

Querido conocido/a o desconocido/a,

Estás aquí, y no hay ni un “para bien” o “para mal” simplemente, estás aquí, ahora, un tesoro más rico incluso que el tiempo.

No sé si sabes que las probabilidades de que hayas nacido equivalen a lanzar un dado con más de 10.000 caras y que al caer salgan todas esas caras a la vez. Puro milagro.

La estadística dice que vas a pasar por penurias y tristezas, así como alegrías y júbilo. Sin embargo, por lo que he visto hasta ahora, parece que tenemos una habilidad para engancharnos y adherirnos a lo primero más que a lo segundo. Así que puestos a reconocer ese hecho, hagamos algo para solucionarlo: escribe esto en algún lugar de tu casa/oficina para recordarlo tantas veces como puedas al día: “no importa que pienses, que te digas, que creas, que sientas o que seas, estás aquí, debe haber una secreta y grandiosa razón que no hemos comprendido todavía. Confía y hazlo igualmente”.

La fortuna jugará contigo, quieras o no, pondrá delante de tu rostro todo tipo de situaciones y vivencias, incluso las que te parecen inconcebibles y devastadoras. No lo tomes como algo personal, porque no lo es, de hecho es bastante impersonal, pero los seres humanos solemos jugar a que Tique la tiene tomada con nosotros.

En realidad, no hay dicha o desdicha, todo está ahí disponible para ti, lo que cambia es cómo decides ver lo que ya está ahí desde siempre.

Vas a distraerte mucho, espero que no demasiado, por favor.

Ábrete a lo desconocido, a lo absurdo, a lo que venga, a la incomodidad, a la incertidumbre, a no saber, a no ser. Básicamente, a todo lo contrario que esta sociedad te empuje, ese es el camino. Indudablemente.

Crea, crea, crea algo de lo que te sientas orgulloso. Lo demás es irrelevante.

Eres la luz que da sentido a la oscuridad. Sin ti no habría oscuridad y sin la oscuridad no existiría ese gran brillo que irradias. Busca más oscuridad que iluminar. No puedes crear luz donde ya existe luz.

Sé ese haz de luz que el mundo necesita, ese haz que emerge desde lo más oscuro con un brillo sobrenatural, ese es el regalo de ser seres humanos, ser esa luz que nace del vacío.

Vas a tener dudas, cuando eso suceda, actúa. Y si sigues teniendo dudas, ama.

Cuando te sientas perdido o perdida, espera a la noche. Entonces, cuando sean las 23h en adelante sal al exterior y mira hacia arriba. Eso que ves, eres tú, tú eres eso tan increíble llamado el universo. La única diferencia es que todavía no puedes ver toda esa esencia está condensada en tu interior. Pero créeme, si trabajas lo suficiente un día sentirás como fluye dentro de ti, ese día habrás cumplido tu propósito, ser uno con el universo, ser uno con todo.

Eres la totalidad que da sentido al vacío, sin ti no habría vacío, y sin vacío no existiría nada, sin nada no podríamos existir.

Voy ahorrarte todo el sufrimiento, incomprensión y la miseria de los millones de personas que han venido detrás de ti (yo soy uno de ellos)… Lo único que importa es cuánto das, cuánto amas, cuánto dejas en cada persona que encuentres en el camino. También cuando te permites recibir, porque recuerda, el amor es la gasolina (esta carta para alguien como tú estaría incompleta sin esta parte).

Podría extenderme, pero prefiero guardar el resto para cuando nos encontremos en persona. Solo una cosa más:

Vive, de forma que cuando todo acabe, la vida sea algo que puedas recomendarlo a otras personas que vengan después.

Pd…

… solo si no sabes cómo usarla bien.

Esta es una carta para alguien como tú – una carta que me hubiera gustado recibir a mí, por eso la recibes tú en forma de sacudida.