El mundo se mueve para los que nunca abandonan, para esos que siempre persisten. Para esos que usan el instinto de supervivencia.
¿Cuántos planes de alimentación crees que necesitas para encontrar tu rendimiento óptimo?
Uno solo, aquel que llevas a cabo y en el que persistes.
¿Cuántas dietas crees que necesitas para bajar de peso?
Una sola, la que llevas a cabo cada día no importa qué.
¿Cuántos libros y vídeos sobre productividad necesitas leer para ser productivo?
Con uno tienes bastante si lo llevas a la práctica cada día.
¿Cuántas veces tienes que reorganizar tu oficina, tu mesa o casa antes de que te sientas cómodo?
Una ocasión sería suficiente si te comprometes a fondo con ello.
¿Cuántos intentos necesitas para reinventar tu trabajo, tu negocio, tu carrera o tu producto para empezar a ver los resultados que deseas?
Solo un intento. Ese en el cual perseveras de por vida.
¿Cuántos entrenamientos y entrenadores necesitas para completar ese desafío deportivo?
Solo un tipo de entrenamiento y un entrenador, el que te hace ser autodisciplinado cada día.
¿Cuántos managers, coaches, padrinos, líderes o mentores necesitas para alcanzar la mejor versión personal o profesional de quién eres?
Solo uno, lo tienes frente al espejo cada mañana cuando te cepillas los dientes.
Usa tu instinto de supervivencia
Si quieres progresar, no necesitas atajos, no necesitas Stand OUT Program, ni Inconformistas, no necesitas este blog, ni a mí, ni a nadie. Lo que sí necesitas es empezar a mirar la vida de distinta forma. Tienes que decir algo así como «tengo que tomar control de este proceso, y no esperar que funcione por pura probabilidad«. Es ahí cuando cortas con cualquier posibilidad u oportunidad, excepto con aquello que te comprometiste.
Si quieres conquistar la isla, quema los barcos. Porque si los quemas, eso significa que ya no hay vuelta atrás. Entonces es cuando encontrarás la manera de hacer funcionar lo que sea. El grandioso instinto de supervivencia que aparece cuando sabemos que no hay otra salida.
Atribución imagen: Lina C.