Una mejor pregunta sería, ¿qué es lo que eliges o decides ver?
Esto es lo que pasa si llevas a cuatro profesionales al museo Guggenheim:
El arquitecto ve el edificio, las líneas, la estructura, las sombras, la forma en la que las personas y la luz fluyen.
El enmarcador se da cuenta de la artesanía y el gusto con el que los cuadros están enmarcados y colgados.
El diseñador de interiores no puede hacer otra que comentar sobre la distribución de los muebles.
Y el vendedor de arte ve los nombre de cada artista y maravilla con lo que podría hacer si cada una de esas obras cayeran en sus manos.
¿Qué es lo que ves cuando ves un post/sacudida como este?
¿Qué es lo que ves cuando recibes mi chispazo mensual?
¿Qué es lo que ves cuando entras en un programa formativo?
¿Qué e lo que ves cuando alguien te dice “no” compro tu proyecto, producto o curso?
¿Qué es lo que ves cuando ves a alguien triunfar? ¿Y fracasar?
¿Qué ves cuando lees un libro?
¿Qué ves cuando reaccionas? ¿Y cuando observas?
¿Qué es lo que ves?
¿Ves las emociones, el miedo, la valentía y el esfuerzo de las personas que hay detrás de todo ese trabajo?
¿Ves la estrategia, el detalle y el alto nivel de análisis que se ha requerido para hacerlo posible?
¿O ves la ejecución y la técnica?
¿Ves la parte negativa o repelente del asunto?
¿O ves la gratitud, apreciación, amabilidad, entrega y amor depositado por el creador?
Ver es solo ver
Algunas personas son voluntariamente ciegas ante una metáfora, viendo cada ejemplo como un caso especial. Otros deciden conectar los puntos y encontrar lo que necesitan en casi cualquier lugar.
Es posible que no necesites más exposición a lo nuevo, diferente, disruptivo o innovador. Podría ser, que en lugar de eso, mereciera más la pena optar por ver de nuevo lo que ya hay a tu alrededor.
Aprende a ver y todo lo que veías cambiará.
Atribución imagen: Aftab Uzzaman.