Sí, ya está bien.
De quejarte cada día por la situación en la que vives.
De no apagar el modo víctima, y pensar que todo te pasa a ti y a nadie más.
Ya está bien de estar echando balones fuera todo el tiempo. De plantear excusas para casi cada acción en la que no has cumplido con tu responsabilidad.
De mirar hacia fuera en lugar de hacia dentro.
Ya está bien de conformarte con lo mínimo, con lo que tienes, o con lo que te toca. Es momento de salir ahí afuera a ver qué es aquello que serías capaz de crear, recibir o aprender. Es hora de diseñar nuevos procesos, inventar avances, dibujar mejores caminos.
Ya está bien de utilizar el miedo como escudo y como medida de contención para todo el potencial adormecido que hay en ti. De condicionarte, y esconderte detrás de cada defecto, injusticia o vulnerabilidad y entonces venir con el cuento de «es difícil», «nadie me lo ha enseñado», «no estoy capacitado», «no sé cómo cambiar», «no creo en mí», o «estoy frustrado».
De nuevo, ya está bien de anularte a ti mismo
Y está bien de permitir que nuestro cerebro reptiliano sea el que decide qué, cuándo, cómo y por qué lo hacemos. Precisamente porque nunca lo haremos. Es el tiempo de empezar a cambiar la narrativa destructiva que se repite en nuestra cabeza.
Ya está bien de darle tanto peso a lo que ha sucedido en este último año. O el mes pasado, o los dos años anteriores. De sacar las conclusiones solo de los malos momentos, de las desgracias, de las malas noticias o de las experiencias traumáticas y momentos oscuros.
O de comprarnos continuamente con otros, que usualmente están siempre viviendo lo que parecen como vidas perfectas.
De estar pensando que eres el único que vive una vida así de m*****. De regocijarte en tu propia pena y desamparo.
Ya está bien de ignorar la era en la que vives. Un mundo conectado, abundante, curioso, creativo, avanzado, disruptivo e ilusionante, donde tú eres el único que decide y define lo más crítico: dónde puedes llegar, qué vas a hacer y ser, cómo vas a vivir y trabajar, qué impacto causarás en los que te rodean y cuál va a ser la marca que dejarás en todos nosotros.
Pd. Empieza en Alcoy, el Programa de Excelencia para personas en desempleo. Día uno terminado, vamos a por el día dos. Siguiente ciudad Petrer, luego Jumilla. Aquí todo lo que necesitas saber.
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