Hoy doy por finalizada esta parte del viaje alrededor del mundo por Asia. En unas horas marcho destino Nueva York vía Londres. Terminan poco más de dos meses viajando por diferentes países de Asia que no había visitado hasta ahora, Tailandia, Myanmar, Camboya y República de Hong Kong (ya que por el Año Nuevo Chino no pude obtener la visa para China a tiempo cuando llegué a la ciudad). Para mí, actuar como pivote es esencial en este viaje y en todo lo que hago a diario.
Ahora por delante 10 días en Nueva York, estrenando responsabilidad profesional en Techstars – Alchemist Group. Donde ejerceré como mentor en el primer programa de aceleración de startups Blockchain. Una excitante oportunidad, y un desafío interesante donde dar y recibir. Aprovecharé en la misma ciudad para poder entrevistar a Seth Godin para el podcast Disrupt Everything y para las entrevistas a disruptores en Youtube. Seth es la persona de la que más he aprendido, y al mismo tiempo el profesional que más admiro en todo el planeta. Además entrevistaré a otras tres personalidades, Frank Blake, Yossi Hanson y una tercera por confirmar.
Cuando acaben esos 10 primeros días de trabajo presencial en Nueva York, empezará la segunda fase de trabajo. Una parte remoto más codo a codo con cada una de las 10 startups que componen el programa. Lo que me permitirá seguir El Viaje. Siguiente parada, Cuba, a celebrar el cumpleaños de mi mejor amigo Oscar Valdelvira mientras exploramos el país.
La habilidad núcleo de actuar como pivote
Llevo años practicando y perfeccionando una habilidad núcleo que es esencial, actuar como pivote. En el vocabulario startup, «pivotar», significa cambiar la dirección de tu negocio en un periodo de tiempo muy corto. Y además significa poseer la habilidad de poder girar sobre tu propio eje.
Actuar como pivote es lo que me permite ser versátil en mi trabajo. Saltar de consultorías de marketing, a consejero en un programa de Blockchain. Moverme de conferencias de liderazgo conectado, a talleres de ultraproductividad. O profundizar en alto rendimiento holístico, y luego hacerlo en transformación de negocios. Incluso virar de dirigir un programa de educación disruptiva para adultos, a liderar un programa de excelencia para desempleados. Navegar por la incertidumbre, y al mismo tiempo poder planificar a medio o largo plazo.
La clave está aquí: no vendo marketing, vendo cambio. No vendo educación, vendo transformación. Tampoco consultorías, sino oportunidades de mejora. No vendo conferencias, vendo impacto, incomodidad, iniciativa.
Deja el ego a un lado y… pivota
Muchas personas no quieren pivotar porque piensan que les hace sentir débiles, fracasados o ser vistos como un fraude. Piensan que hacerlo deja entrever que no tienes ni idea de lo que estás haciendo.
Así que en lugar de actuar como pivote, como un general arcaico, te obstinas a no moverte del sitio donde estás, pasando a una posición peligrosamente estática. En lugar de crear espacio para explorar (y más adelante conquistar) otros horizontes afines.
El asunto es que actuar como pivote y pivotar no es un signo de debilidad, o significa que estás vendiendo humo. Para nada, significa que hoy aprendiste algo que no sabías ayer. Y tal y como las startups, tú, yo, y el resto de empresas, pasamos la mayoría del tiempo en tierra incógnita.
En un mundo imprevisible, frenético, lleno de nuevas y desconocidas posibilidades, lo que te ayudará a ganar el juego es aprender a bailar sobre ti mismo, con el momento, y hacerlo sin resistirte cuanto antes mejor.