La amistad consiste en estar ahí, justo como el amor. Es una postura empática de ambas partes, se necesita de reciprocidad para cultivar una amistad verdadera, pero no en el sentido me das y te doy y viceversa, porque en ese caso no es amistad (o amor) es interés. Hablo de intercambio sin expectativas, hablo de no tener que juzgar, ni antes ni despué de ser amigos, es confiar antes de saber que puedes confiar. Amistad y amor van unidos, porque es lo que uno deja en el otro, y la respuesta es todo lo que puede y debe.
No tiene porqué seguir una lógica
Ejemplo, ayer fue el cumpleaños de dos de mis grandes amigos, Josef Ajram y Daniel Zorzano, juntos formamos El Tridente. Bien, si te sientas con cada uno de los tres por separado primero y luego con los tres, te darás cuenta de que venimos cada uno de un universo diferente, sí, pero en esencia, compartimos lo que importa, respeto por el otro, curiosidad hacia la otra persona, humildad en lo que cada uno hace, logra y comparte, y confianza de que pase lo que pase, el otro va a estar ahí. Y más importante todavía, sabemos reconocer que lo que cada uno le aportamos al otro, no lo encontramos en ningún sitio más que en cada uno de nosotros tres.
Vaya, si extrapolamos esto al amor, te darás cuenta de que el molde encaja a la perfección. Por eso amistad y amor son sinónimos, no podría existir el uno sin el otro, porque en el amor, nada significativo se construye si no existe una amistad entre ambas personas. Eso es sensacional.
Amistad y amor por incompatibilidad
Justo sucede que ayer también fue el cumpleaños de mi abuelo Tomás, que falleció en pasado julio. Sin él, no sabría lo que ahora sé, me dio su amistad y su amor en cantidades imposibles de cuantificar. Conozco a Josef desde 2011 y desde entonces, nuestras vidas y evolución han ido a la par, tomando caminos diferentes para acabar en la misma intersección. Con Dani pasó algo distinto pero parecido, lo conocí gracias a Josef en 2014, y dije “este tipo y yo no tenemos nada que ver”, un claro efecto reflejo, con el paso del tiempo he aprendido a ver en él todo lo bueno que no veía en mí.
Feliz cumpleaños – a los tres
Estas tres personas, a su manera y estilo, me han ayudado a crecer, a mí y a otros miles. Aprendo de ellos y con ellos, y siento que de vez en cuando, aprenden de mí y conmigo. Y siempre de forma leal, íntegra y justa. No hay espacio para hipocresía, duda, negatividad o complacencia, solo lo hay para la transparencia, generosidad, amabilidad, apreciación y amor que va sobre tratar a alguien mejor de lo que te gustaría ser tratado a ti.
Amistad y amor lo cambia todo.
Feliz cumpleaños a los tres.
El viaje continúa.