Estos días estoy prestando mucha atención a la habilidad de cómo crear mejores y más eficientes sistemas, aprender habilidades que me permitan vivir la vida que deseo, adquirir una más incombustible disciplina e incrementar la calidad de mi estilo de vida (profesional y personal va aquí). Dentro de todo esto, como arriba mencionaba, las habilidades son esenciales. La clave está comprender cuáles posees y qué otras necesitas adquirir para conseguir tus objetivos, sea cuales sean en la vida o en el trabajo.
Emula, mimetiza
Aprendemos mucho emulando y mimetizando. Cada cultura humana tiene una forma de ejecutar el guión. Patear una pelota, perseguir al oponente en un determinado juego, memorizar una fórmula, cazar un animal vivo (para sobrevivir), son habilidades que ya desarrollaron nuestros antepasado hace cientos de años. Cuando actuamos de maneras organizadas o desorganizadas, estamos usando las habilidades de la emulación o mimetización para aprender mejor algo, lo que sea.
Copia, sí, está bien. Repite, por supuesto. Imita, es lo suyo. Estos tres pasos son un gran punto de partida, pero la emulación va delante.
Eso es el paso uno, o dos, dependiendo donde tú empieces con la mimetización. Una de las maneras más comunes por las cuales decidimos adquirir una habilidad nueva, es o bien porque envidiamos a alguien que tiene esa habilidad, o porque en el proceso de investigación hemos descubierto que podemos alcanzarla o ya la tenemos, o porque intentamos calcular el valor potencial que un habilidad es capaz de proporcionarnos para colocarnos en el camino que deseamos. ¿Por qué quieres desarrollar tus habilidades para hablar en público? ¿Por qué ansias trabajar para ti y no para tu jefe? ¿Qué hay detrás de querer aprender a ser blogger? ¿Fue porque admiras a alguien y quieres parecerte a ella (o él)? ¿Por qué alguien dijo que tener un blog es una gran manera de…? ¿Cierto?
Encuentra tu habilidad
Sin embargo, no solo basta con copiar, repetir, imitar, investigar y emular (y mimetizar). Hay que recrear, pulir y adaptar a tus rasgos, aptitudes y otras habilidades que ya posees.
Puedes elegir el order que desees, pero tienes que saltar al campo de juego. No aprendes una habilidad si lo único que haces es seguir lo que otros hacen. Puedes ser capaz, pero no es tu habilidad todavía, no hasta que no la adaptas, al recrearla la haces mutar y creas un resultado importante con ella.
Todo está inventado, las habilidades también. Hasta que llega alguien y crea algo nuevo, por ejemplo habilidades como estas.
Rock n’roll.
Photo credit: Alex Abian.