Cierra siempre que abras

Quizás una de las cosas más importantes que he aprendido este pasado año (2014), es precisamente eso, cerrar ciclos. Me refiero a finalizar, finiquitar, terminar o concluir proyectos, ideas, relaciones profesionales, personales, tareas y responsabilidades, posts, libros, cuentas bancarias, ciclos o etapa. Es decir, dar por terminada cualquier cosa que permaneciera abierta durante un periodo tiempo demasiado extenso y no generará tracción ni beneficio. Principalmente porque esto podría ser una de las causas que o bien te hacen avanzar mucho más lentamente, o bien te desestabilizan, o por otro lado, no cerrar ciclos podría ser aquello que estuviera frenando el crecimiento de tu negocio, tu habilidad para crear cambio o para absorber nuevas experiencias vitales.

Cómo darte cuenta de aquello que necesitas cerrar

cerrar ciclos

Como he dicho arriba son cosas que dejan de sumar y aportar para restar o en el mejor de los casos quedarte en el mismo lugar, mostrando resultado cero. Pueden ser tareas de tu día a día en tu trabajo, en tu hogar o pueden ser relaciones con personas o proyectos que posiblemente te hayan dado un empujón considerable o beneficio en un tiempo pasado, pero que ahora permanecen estáticos o encallados.

Durante finales del año pasado y algunas épocas de este año, me he visto en apuros en alguna ocasión por la cantidad en la de líos en las que estaba metido. Días que sumaban 34 tareas prioritarias y prolongados durante meses, significaba que algo no estaba funcionando como yo quería. Entonces me di cuenta que muchas de esas tareas prioritarias pertenecían a proyectos o asuntos que en este momento estaban dejando de sumar para hacer todo lo contrario. Tenía que cerrar ciclos. Para darme cuenta sólo tuve que analizar y medir que consideraba como indicadores clave y que del total de lo que hacía, aportaba números positivos (directa o indirectamente) a esos indicadores (KPIs).

Casi todo vino a desembocar en proyectos que habían aportado mucho y sin duda han cambiado las cosas y otros que nunca llegue a cerrar o lanzar definitvamente. Así que lo que hice fue trazar una estrategia de terminación para todas esas cosas. Aquí incluyó también el uso de determinadas herramientas y plataformas online.

Vaya, de nuevo, aparece, añorada procrastinación

Por otro lado, aquello en lo que más procrastinaba, era lo que más me costaba cerrar ciclos y lo que usualmente más me ayudaría a marcar la diferencia de todo lo que estaba por cerrar. Dicho de otra manera, casi todo lo que dejas para mañana o postergas, es lo que más te ayuda a realizar el trabajo que importa. Y mira, ahí estaba de nuevo, he estado muchas veces ya y algo me dice que seguiré estando repetidamente.

Cómo cerrar ciclos

Hice una lista de todos los negocios, proyectos, iniciativas, ideas, colaboraciones, relaciones profesionales, “guest blogging” y algo más, y entonces aparté primero todo lo que frenaba el crecimiento de lo que realmente me llenaba emocional y económicamente y segundo de lo que me comía el tiempo que necesitaba para hacer lo que realmente me llevaba donde quería estar.

Qué cerrar

Esto es algo de lo que he cerrado ya – y cerraré próximamente:

  • Libro Human Media: las personas en la era de Internet: casi más de 4 años de trabajo – y procrastinación. – cerrado.
  • Adictos Social Media: vamos a hacer un último evento de despedida a la altura de todo lo que ha significado y aportado al mundo social media en habla hispana. – cerrará.
  • Internet Cambia Todo: vendrá seguramente un próximo evento que podría ser la despedida o dos como mucho, el cierre es inminente. – cerrará.
  • blur Group: decidí concluir mi colaboración con blur Group, ya que por otras responsabilidades el tiempo que elegía dedicar era mínimo y cuanto menos tiempo dedicaba, menos retribuciones u oportunidades recibía. – cerrado.
  • Bridges for Music: mi actividad con la ONG como responsable del área digital ha ido en declive desde que pasara el primer año desde su lanzamiento, principalmente el tiempo y la dificultad para seguir los proyectos alrededor del mundo. Decidimos que a partir de ahora actuaría como “Opinion Leader” y embajador contribuyendo a su potenciación, con acciones como por ejemplo Burning Man Quest. – cerrado.
  • Marketing Hoy (Chile): escribía ocasionalmente, pero sentía que el aporte no estaba a la altura del tiempo dedicado. – cerrado.
    Revista Mprende (Colombia): parecido a Marketing Hoy pero con el matiz de que muy ocasionalmente quizás escriba algún post, pero sin ningún tipo de compromiso. – cerrado.
  • Smartbrief on Social Media: caso similar a los dos anteriores. – cerrado.
  • Compartir mis pensamientos diarios en Facebook (notas): uso Facebook personalmente y no sé si lo usaré siempre, sentí que mis notas debían estar centralizadas en un sólo sitio y por eso elegí Instagram. De esta manera eliminé una mini-tarea más. – cerrado.
  • Vídeos: dejé de subir vídeos a mi cana de Youtube periódicamente, para hacerlo sólo cuando tuviera una historia importante y enriquecedora que compartir, esto me ha ahorrado mucho tiempo. – cerrado.
  • Negocio fallido: fallé profundamente (afortunadamente) en un negocio que nunca ha llegado a ver la luz, pero que estaba más que preparado, sociedad constituida y cualquier cosa que fuera necesaria para que estuviera en funcionamiento. Esto pertenece a mediados de 2013 y a día de hoy, todavía no he conseguido ponerle fin legalmente hablando, esto no pasará de noviembre. – cerrará.
  • Twitter: habiendo fallado en mi estrategia actual de Twitter, decidí cambiar también la fórmula actual con la que compartía contenidos en Twitter, esto me ahorró mucho tiempo. – cerrado.
  • Relaciones personales: habían tres o cuatro que si me estaban perjudicando, las eliminé. Habían dos que me dejaban indiferente, decidí terminarlas. Obviamente, siempre mirando a los ojos y diciendo lo que sentía, nunca con malas formas, siempre educada y elegantemente, es fácil cuando dejas a tu corazón decir la verdad. – cerrado.

Cierra lo que abras

Primero abre, considero que es la parte más importante, si no abres una puerta, primero nunca sabrás que hay detrás y segundo, nunca podrás cerrarla porque no existirá, da igual lo que hagas. Sin embargo, cuando hayas abierto, asegúrate que trabajas continuamente, dejas entrar aquello que te interesa, persigues lo que ocurre en ese tiempo y entonces, en el momento que consideres oportuno rematas hasta que lo das por cerrado, sea el significado que sea para ti.

Photo credit: zerotosixtymarketing.

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4 comentarios

  1. Isra creo que en este post realmente me as hecho sentir algo diferente. Muy bien definido, informal pero a la vez muy personal, quitar la cuerda que nos ancla a cosas que no nos dejan avanzar, donde realmente queremos seguir escribiendo nuestro
    mapa.

    Es de ser una persona sincera mirar a los ojos y cerrar etapas o cosas que no te aportan y frenan tus objetivos.
    Mi absoluta admiración.

    Yo en ocasiones cuando mis pensamientos entran en caos y necesitas de este
    parón para analizar todo lo que tu as mencionado, entiendes que en ocasiones debemos tener la perspectiva y el valor de afrontar realidades que dejamos pasar por si acaso, ese acaso que nos frena y no nos deja avanzar.

    Un fuerte abrazo.

  2. Decía un conocido actor: ‘Un sabio es capaz de recuperarse de muchos fracasos; un necio nunca se recupera de un éxito’.

  3. Exacto Ignacio, la clave está como tu bien dices en el enfrentamiento con aquello que podría estar mermando tu trabajo o
    vida o capacidades.

  4. Cerrar. ¡¡Que gran trabajo para una experta en dejar los libros exactamente a medias!!. Hay capítulos que cerrar. A unos les cuesta más, a otros menos. Personalmente odio las despedidas aunque me regalen flores porque una parte de mi, de lo que fui, se aleja y ya nunca volverá y eso duele ¿sabes?. A veces prefiero dejarlo suspendido en el aire y al final un millón de hilos cuelgan de mi vida. Tarea pendiente, cerrar. Ok

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