Estoy descubriendo que a diferencia de lo que se dice sobre social media, blogs, marketing digital o la Web, hay algo mucho más valioso y determinante. Hace un tiempo que paré de preocuparme por números vacíos, bases de seguidores, porcentajes de rebote, visitas a mi sitio web o RT y likes de posts, y empecé a buscar una nueva forma de afrontar cómo hago la parte de mi trabajo en la web social, aprovechando la conectividad de este entorno digital, pero sobre todo, que retorno espero y cómo voy a lograrlo.
Entendiendo el valor
- Recibir más emails que comentarios: los comentarios son geniales, aportan más valor a los temas que se tratan y en ocasiones generan conversaciones apasionantes. Sin embargo, los emails personales que recibo son mayores que la media del número de comentarios mensuales. Emails profundos y con historias personales.
- Cambiar a las personas: cuando tu trabajo consigue hacer que alguien emprenda un proyecto, confronte sus miedos, venza la procrastinación, reconozca sus fallos y aprenda de ellos o se de cuenta de que tiene todo el permiso que necesita para sobresalir. Es entonces, cuando el mejor informe de analytics y los resultados más golosos carecen de sentido.
- Trabajo consciente: hay una clase de trabajo que no necesita métricas y es el que te completa como personas. Puede ser hacer un podcast. Puede ser trabajar como responsable de digital en una ONG o escribir tus pensamientos y reflexiones en una hoja de papel y publicarla cada noche. Simplemente, porque eres consciente que haces lo que necesitas para estar realizado.
- Para de defender y empieza a ignorar: esto es como todo, siempre vendrá el escéptico o cínico que diga que si no mides no cuenta, claro, estoy de acuerdo, pero siempre y cuando tengas que defender tus resultados ante un cliente, tu jefe o un profesor. Nunca ante ti mismo, la reafirmación de las métricas son para quien las necesitan. Las personas que no quieren ver tu trabajo no lo verán nunca, ese es su problema.
Siempre midiendo, exponiendo resultados, demostrando tu supremacía y superando tus propios records. Genial, fascinante, siempre y cuando logres traducir esos números a:
- Una mejor estabilidad económica.
- Más trabajo para ti y para los tuyos.
- Mayor número de vidas cambiadas.
- Lanzar más proyectos.
- Un grupo de personas comprometidas que te ayudarán en tu causa.
- Trabajar menos y producir más.
Habla de números que se traduzcan en impactos positivos para la gente que hace que puedas manejar esas cifras.
La mejor métrica que podrías seguir
Hace un tiempo que sigo una manera bastante simplificada de medir si estoy haciendo bien o mal las cosas. Comparto mi gran secreto: si te encuentras en números rojos, estás en problemas y probablemente no estás obteniendo un retorno cuantificable valioso por lo que haces. Si tus números se mantienen, quizás estás haciéndolo bien, pero necesitas hacerlo mejor. En cambio, si las cifras están en verde y aumentan mes tras mes a un buen ritmo, bueno, eso es que algo estás haciendo bien.
Photo credit: Valley Library.
5 comentarios
Si. Yo tambien pienso que esas son las métricas que importan. ¿Tu censura ha cortado cruelmente el final del primer párrafo o ha sido tu «superYo»?. Un saludo. Cuidate.
Gracias por el feedback Delfina. Modificado.
Hay otra métrica que puede sonar un poco cursi que es la métrica del corazón…Es la calidad de las personas con las que contactas de verdad, con la que puedes compartir proyectos que no tienen por qué ser el tuyo,…
Cada cual lo puede denominar como quiera, yo todavía no le he encontrado el nombre…
Exacto, la métrica de la conexión auténtica. Muy buena.