Cómo hacer florecer la autoestima dentro de uno mismo

Para funcionar como personas sanas, necesitamos sentirnos bien con nosotros mismos. Para sentirnos bien con nosotros mismos, necesitamos sentir que invertimos nuestra energía y tiempo de forma significativa. Ese es el significado es la gasolina de nuestras mentes. Cuando se acaba, todo se detiene. Es por eso que necesitamos hacer florecer la autoestima en nuestro interior.

La mayoría de nosotros tenemos problemas con la autoestima. Muchos de nosotros tenemos la fortuna de darnos cuenta de esto, y muchos de nosotros trabajamos en intentar solucionarlo.

El problema, sin embargo, es que los recursos disponibles son muy escasos – especialmente online. Seguro que hay artículos sobre autoestima que están 100% escritos por personas que tienen problemas con la autoestima, eso no cuenta como ayuda. Es por eso que ahora estoy poniendo mucha atención en cómo desarrollar técnicas para potenciar la autoestima para que muchos de vosotros podáis aplicar. Siempre desde mi experiencia personal y profesional, Esto se puede trabajar en mis programas:

Incluso así, no es cómo la autoestima funciona.

sobre la autoestima y sobre potenciarla isra garcia

No es autoestima

Primero no engañarnos, identificar qué es autoestima y qué no.

Veamos qué no es la autoestima.

A. No es egoísmo o narcisismo

Tener que decir esto me hace parecer impaciente, porque si las personas no lo “entienden”, lucharán ciega y emocionalmente. Lo comprendo, porque hay muchas emociones en juego. Así que voy a decir:

El amor propio y la autoestima no tienen nada que ver con ser egoísta.

Todo lo contrario. Las personas egoístas tienen una muy baja autoestima y amor propio, razón por la que compensan, demandan y no tienen nada que dar a otros.

B. No es una serie de “no’s»

Muchos de los aprendizajes que nos transmiten sobre la autoestima sugieren cosas como “no te hables de forma negativa. No te compares con otros. No te minimices. Y no dudes de ti mismo” Eso es coaching barato, si en algún caso yo supiera lo que es en realidad el coaching.

Nada de eso son soluciones.

El cerebro se esfuerza con la palabra “no”, y cuando nos centramos en el negativo, seguimos enfocados en lo mismo. El cerebro interpreta la frase como un imperativo. Ejemplo:“vale, no ser negativo conmigo mismo, lo sé”.

Cosas como “elimina la baja autoestima” y ya está no son soluciones.

La forma en la que hablamos con nosotros mismos es un reflejo de la autoestima, no es la raíz. Es el efecto, no la causa. Ayuda, claro, pero no es el núcleo donde debemos dirigirnos. Si arreglamos ese núcleo, arreglaremos cómo pensamos y hablamos de nosotros

Lo malo es que si no tenemos algo positivo listo, las cosas viejas y saboteadoras aparecerán rápido.

C. No viene de otros

No es el trabajo de otros que alguien se sienta bien sobre sí mismo. Solo puede venir de uno mismo, de ti, de mí.

Algunos profesionales sugieren que leamos libros, y que aprendamos a aceptar cumplidos. Hay otros que incluso van más lejos, sugieren que te acerques a otras personas y preguntes que les gusta sobre ti.

Intentar mejorar tu autoestima a través de los cumplidos de otros es como intentar aprender a ir en bici cuando es otro el que pedalea.

Solo nosotros controlamos nuestra auto-aceptación y nuestro amor propio.

D. No es “autoayuda”

Es una extensión.

La autoayuda refuerza la percepción de la inferioridad y la pena. Va sobre inseguridades y fabrica soluciones que no sirven a necesidades reales. Incita a esquivar lo importante.

Es cómo si una marca farmacéutica n0s convenciera de que estamos muriendo más rápido de lo que en realidad estamos, pero ellos son los que remedian esos problemas. No somos más poderosos de aquello a lo que le damos atención.

La autoayuda reemplaza una influencia externa por otra. Seguimos necesitando otra figura de autoridad, una voz omnipotente, que nos diga qué hacer.

Esto por supuesto incluye este mismo post. Lo cual es irónico, pero al menos honesto y cálido, porque escribo esto después de haber leído mucho y haber escrito mucho. Y sobre todo, haber vivido mucho. Espero que escribir todo esto lo solucione, al menos para mí, y unos pocos.

E. La autoayuda nunca ayuda

Cuando vivía con un euro en el banco (hay capturas de pantalla todavía), cuando no sabía quien era, después de haber sido criticado, de no conseguir nigua trabajo, una persona me preguntó “¿Qué haces para estar motivado?”, «ver vídeos de motivación» respondí.

Joder, esos vídeos no me han servido para nada – bueno, quizá para una motivación momentánea.

¿Quieres saber lo que propulsó mi autoestima? Cuando empecé a trabajar duro y conseguir resultados, con mis propias manos. Nunca he tenido un maestro, mentor, o padrino. He estado solo, y he tenido que construir y destruir infinidad de veces.

Cuando me di cuenta de esto, no hace mucho, dejé de ver vídeos y dejé de lamentarme porque nadie me había ayudado.

F. Autoestima no es recibir “mimos”

Si detuviéramos las indulgencias y los placeres cotidianos. Mejoraríamos nuestras vidas si pudiéramos pensar sobre el “amor propio” como “tratarnos con respeto”.

Los padres que marcan la diferencia no son indulgentes con sus hijos, Les apoyan, les ayudan con técnicas para mejorar sus resultado en el colegio, incluso les ayudan con con copiar en los exámenes. Les lanzan a crecer sin remedio.

Eso es lo que amor propio significa. No es sobre indulgencias diarias. Es sobre identificar y perseguir valores a largo plazo.

G. No son afirmaciones

Que le jodan a las técnicas de motivación, autoestima y autoayuda.

No sé quien llegó con la idea de escribir tus mejores cualidades para darte cuenta de ellas. Qué inútil que es eso. Considera por un momento, piensa en la persona que más confía en sí misma que conozcas ¿crees qie se sienta cada día y escribe sus mejores cualidades? Quizá lo hace, pero lo dudo mucho.

Las personas que sea aman a sí mismas no lo hacen. Y las personas no se convierten por arte de magia en alguien con una confianza aplastante por seguir este tipo de técnicas. Solo las personas con poca confianza en sí mismas se estancan en estos círculos compulsivos.

El amor propio no va sobre afirmaciones.

Puedes llevar a cabo cuántas estrategias quieras, no ganarás ni un 10% de autoestima. Qué digo, ni un 0% a largo plazo.

La solución real: consciencia, autenticidad y acción.

Autoestima, cómo crearla, cómo hacerlo bien

Primero, tres factores que alteran, de forma externa, la autoestima mucho más de lo que nsotros podríamos hacerlo:

  1. El éxito o fracaso de tu padre o madre en la vida. Si tienes que medirte con el gran éxito de tu padre o madre, es probable que la autoestima te golpee más duramente.
  2. Que han hecho y conseguido los amigos y amigas con los que creciste. Si tienes un amigo presidente, o una amiga multimillonaria, tendrás un impacto más negativo en la autoestima.
  3. El amor que recibiste cuando eras pequeño.

No puedes controlar ninguno de estos tres factores, pero sí puedes identificarlos y cambiar tu postura frente a ellos.

Ahora vayamos a por los cuatro activos decisivos para hacer crecer la autoestima dentro:

1. Responsabilidad

Amor propio es tomar responsabilidad.

Muchos profesionales, artículos y libros nos incitan a mantener la autoestima a la merced de fuerzas externas. Aconsejando “piensa sobre qué es lo que está afectando tu autoestima” y sugiriendo, “la confianza en ti mismo podría haber sido dañada por una serie de situaciones negativas, tales como: insultos, abusos, perder tu trabajo, estar sometido a estrés o no encontrar trabajo. Enfermedades mentales, problemas de saludo, separaciones o divorcios

No. A toda esta gran lista: no.

No digo que todas estas adversidades no puedan ocurrir – ocurrirán, con toda probabilidad. Porque este tipo de cosas pueden pasarle a cualquiera. Sin embargo, la vida no va sobre ser la víctima, o comparar a ver quien ha sufrido más. La vida tiene todo tipo de situaciones preparadas para todo el mundo. Incluso a los iconos que más admiras. La diferencia entre aquellos que tienen autoestima y los que no, es que el primer grupo eligió tomar responsabilidad por sus vidas, sus respuestas, y sus acciones.

Entonces, cuando pienses sobre «aquello que está afectando tu autoestima», la respuesta es siempre “tú”.

Tienes el control de tu autoestima, incluso aunque no lo creas.

Tienes el control.

2. Es consciencia

Esto es importante y no lo tratamos lo suficiente.

Sal de tu cabeza. Sé, permanece presente.

Para de evadirte. Para de bloquearte. Detén ese silencio que viene cuando te sientes incómodo, inseguro o ansioso. Para de volver al pasado, o pensar sobre el futuro, o divagar mentalmente en cualquier sitio que no sea el ahora mismo.

He escrito abiertamente sobre mis mayores dificultades conmigo mismo, sigo trabajando en ello. Así que hablo desde una perspectiva de experiencia, empatía y compasión.

Hemos aprendido que cerrarnos y poner escudos ofrece seguridad. Es fácil si no entramos en profundidad, pensamos que hay menos riesgo.
Sin embargo, eso nos cuesta dejar escapar momentos de nuestras vidas. Lo cual es el por qué, en esos momentos enterramos la cabeza bajo la arena, estamos llenos de pánico y no nos damos cuenta de que estamos viviendo. Pero entonces, muchos, respondemos buscando reafirmación o soluciones que no llegamos a tomar, y al final, retrocedemos.

¿Primer paso? Ser consciente sobre tu respiración. Segundo, consciente de tu cuerpo en el lugar que se encuentra; lo que sientes físicamente. Desde ahí, te darás cuenta de lo que estás sintiendo emocionalmente hablando. Acepta esas emociones cómo llegan y cómo son, la clave de las claves, para mí al menos.

Despierta. Date cuenta de lo que estás haciendo y dónde estás. Y lo más importante: date cuenta de lo que sientes y sobre lo que piensas…

3. Es autenticidad

Es saber lo que quieres.

Esta es probablemente la peor parte, pero la más decisiva. Porque “la naturaleza no admite vacunas”.

Si la autoestima no viene de fuentes externas, sino de nosotros mismos, entonces tenemos que hacer el trabajo de identificar lo que queremos y necesitamos.

Autoestima es responder a la pregunta “¿Qué pienso?” sin pregunta antes “¿Qué es lo que otros piensan?”. Esto es más complejo de lo que podría parecer porque estamos adoctrinados.

Hace unas semanas estaba en Japón, segunda etapa de El Viaje. Estaba pensando qué significado tiene para mí el día de San Valentín. No pude responder a la pregunta. Amo ser amado, amo amar, cuando resueno con una mujer y ella conmigo. Espera, ¿pienso eso en realidad? ¿o me gusta cómo suena cuando lo pienso? ¿quiero amar realmente? ¿Me gusta ser amado? En ocasiones hacemos cosas que no queremos hacer, pero hacerlo “queda bien” y eso nos ahorra el riesgo de arrepentirnos por no haber hecho algo.

Al final, quería descansar y darme cariño, fui a un masaje japonés, hablé con mis abuelos, leí, escribí y fui al Onsen. Eso era lo que quería y me apetecía. No amor del otro.

Hacemos esto con todo. Elegimos donde viajar, qué comprar, y dónde comer, todo basado en otras personas. La mayoría de cosas que hacemos están influenciadas por otras personas. A menudo elegimos ropa, coches, casas, y actividades de ocio pensando “qué pensarán los demás”. Y tristemente, incluso elegimos trabajos y hasta pareja.

En ocasiones nos preguntamos: «¿Qué harías si no pudieras no fallar?»

Y ahora viene una mejor, «¿Qué harías si no pudieras decirte a ti mismo – o que otros te dijeran – que has fallado?»

¿Te casarías si tuvieras que decir a otras personas que no lo hiciste? ¿Conducirías el mismo coche si nadie pudiera verlo? ¿Harías lo mismo los fines de semana, si no tuvieras que contarle a nadie en el trabajo que hiciste durante el sábado y el domingo? ¿Irías de vacaciones a los mismos sitios si nadie lo supiera?

¿Trabajarías en lo mismo, con tu misma pareja, si tuvieras que decirle a tus amigos que tenías un trabajo y una pareja totalmente diferente – y ambas cosas no impresionaban?

¿Qué quieres? No ahora, sino dentro de unos años. ¿Cuales son tus valores? ¿Cuál es tu versión de plenitud a largo plazo?

Si es muy difícil o no te atreves a especular: empieza con un trozo de tu estilo de vida. No tu tiempo libre, sino tu vida actual. ¿Qué momentos recuerdas en los que eres feliz en el trabajo? Si tu respuesta tiene que ver con otras personas (ejemplos: “cuando reconocen mi trabajo”, “cuando obtengo un extra en el salario”, “cuando ayudo a los demás”) Vaya, tendrás que darle una vuelta al tema para encontrar preguntas que te sirvan a ti. Quizá ni siquiera te gusta tu trabajo. Deberías explorarlo.

Si estás pasando por un momento complejo y quieres más “ayuda” para “saber cómo superar esta situación”: estás en problemas entonces. El trabajo de superar el momento que vives no puede ser hecho por nadie más que tú. El trabajo eres tú. Hazlo.

Si te has perdido tanto que todavía te sientes perdido incluso sabiendo qué es los que quieres: has ignorado la autoconsciencia. No estás prestando atención. Vuelve al paso #2.

Evitar este paso es el por qué de que “hazlo” solo no sirve.

Nuestro esfuerzo (y reluctancia) por encontrar respuestas hace que no funcionen consejos como “hazlo” o “inténtalo y averigua que sucede”. Estos acaban siendo un desaire. Si no estás conectado con lo que quieres y con lo que te hace feliz, no hay, ni habrá manera de saber si lo que intentas te lleva donde quieres ir. Seguirás cayendo en un vacío. A pesar de lo que los expertos e inexpertos te digan.

No puedes saber lo que amas si no sabes lo que es el amor, si no estás conectado con tus sentimientos, nunca lo sabrás. Esto es algo que digo desde la experiencia propia.

Maldita sea, tenemos que saber quien demonios somos, y qué queremos. Experimentar y tomar acción es el paso dos, el paso uno es aprender desde dentro.

4. Es acción, ¿lo dudabas?

Este paso solo funciona una vez que entiendes lo que quieres – lo que realmente te hace sentir pleno/a – a largo plazo.

La acción va sobre tomar decisiones. Va sobre comprometerte. Va sobre elegir. Es asertividad. Pedir y luchar por las cosas que quieres y necesitas. La acción va sobre dar pasos, pequeños pero firmes, y pensar de forma positiva, y concluir también de forma positiva. Es decir, va sobre verbalizar los pensamientos positivos.

Este tipo de acción es también ser consciente. Estar alerta y despierto y activo en nuestras vidas. No va sobre ser pasivos, obedientes y/o sumisos.

Finalmente

Vivir de forma consciente significa ser responsables de los resultados y reacciones de la acción que nos encontramos realizando. Esto, sobre todo lo demás, es la base de la autoconfianza, autorespeto y autoestima.

Y para ser más claro y finalizar:

La diferencia entre baja autoestima y alta autoestima es la diferencia entre pasividad y acción.

Lo que sucede es que saber que acción llevar a cabo requiere saber qué es lo que quieres, fuera de lo que otros quieren (la mierda de la autenticidad impuesta por otros). Lo que a su vez demanda una gran responsabilidad por vivir tu vida. Que a su misma vez requiere que desechemos todas las suposiciones y modelos sobre el amor, sueños y deseos externos, para entonces potenciar el fuego de lo que llevamos dentro.

Atribución imagen: Chema Solís.

PARTICIPA EN UN PROGRAMA EVENTO, EXPERIENCIA, TALLERES TRASCENDENTALES DE ISRA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.