«¿Cómo no ser un maestro?» es una pregunta realmente interesante…
Anteayer perdí un vuelo, llegué tarde.
Me preocupan cosas sin importancia.
A veces me distraigo.
Puedes que veas mi comportamiento como los del montón.
En muchas ocasiones prefiero estar viendo Dragon Ball Super (episodios repetidos que he visto tres veces) que en una terraza tomando unas cervezas.
En ocasiones soy muy indeciso, sobre todo en un restaurante, sobre todo con un menú delante, sobre todo en la elección de «¿Qué hacemos hoy?» o ¿Adónde vamos hoy?» o ¿Qué te apetece hacer?», la respuesta es, casi siempre, «no sé».
Hay veces en las que me siento pequeño, afortunadamente.
Muchas veces no sé lo que todo el mundo sabe o estoy menos informado que la mayoría.
Me entretengo con cosas que podrían parecer impropias de mí.
Hay momentos en los que digo cosas que no tienen sentido viniendo de alguien como yo.
Continuamente me pillo por sorpresa pensando demasiado.
Creo que he conseguido algo, que soy algo, importante, único, el mejor…
He mentido, robado, increpado, odiado, injuriado, golpeado. Vengo de un barrio obrero muy humilde. Varios amigos perdieron la vida a causa de las drogas, otros no volvieron a ser los mismos.
Todo lo que tú vives, también lo vivo yo. He pasado por situaciones por las que tú has pasado y viceversa. A lo mejor he vivido muchas más experiencias que tú, o a lo mejor has vivido cientos de experiencias más que yo.
No sé
Cuando interactúes, hables, trabajes, colabores o te relaciones conmigo te darás cuenta de que no soy nada especial, si es que acaso te lo he parecido en algún momento.
Quizá crees que sé más que tú, pero la realidad es que no sé tanto como puedas creer. En realidad, te cuento algo que cada vez sabe más gente, he llegado al punto de darme cuenta, que sé menos en lugar de más. A medida que aprendo a ver y a vivir despierto, aprendo poco, o nada, que sé sobre lo que sea.
Cada día que pasa más gente utiliza la palabra «maestro» para referirse a mí. Cuando lo hacen, entiendo que saben todo lo que acabo de compartir más arriba, por eso no lo tomo en serio. Si fuera al contrario estaría en problemas.
Para poder matizarlo, citaré a Dogen Zenji, fundador de la escuela Soto del Zen:
«Conocerse a uno mismo es estudiar el camino del Zen.
Estudiarlo es estudiarse a uno mismo.
Estudiarse es olvidarse de uno mismo.
Olvidarse es ser iluminado por todo.
Ser iluminado por todo es liberar tu propio cuerpo y mente y el de todos los demás«
Cómo no ser un maestro
Esta sería una mejor forma de afrontar la vida, sin duda alguna.
Esto es lo poco que sé:
- Practica.
- Entrena.
- Intenta.
- Actúa como piensas.
- Perdona.
- Sé gentil.
- Sonríe a lo que representas.
- Date menos importancia.
- Elimina el deseo banal.
- No huyas del dolor.
- Juega con la dualidad.
- Aprecia el vacío.
- Regala lo mejor que tienes.
- No creas nada.
- Ignora las emociones externas.
No necesitas ser un maestro, necesitas intentar dejar de serlo.
Atribución: Buddha Sungjin.