La vida (o la fortuna como dicen los estoicos) te lanza cosas, algunas las ves venir. Otras muchas no las ves venir, en la mayoría de ocasiones diría. Son cosas que aparecen de la nada y te golpean más o menos fuerte. Hay situaciones en las que te repones fácilmente. Algunas son como un dolor de cabeza, pasan en un día. Otras duran algunos días más, como una gran jaqueca. Luego hay otras, que son como una guerra, más bien como un asedio, te van consumiendo.
La parte interesante es cuando empiezan a ocurrir todas estas situaciones casi a la vez. Vienen por diferentes frentes: familia, trabajo, relaciones sociales, mentalidad, ánimos, te sobrecoge de tal manera que quedas fulminado.
Te acuestas con la situación de que no puedes superarlo, y te levantas con la situación de que no puedes remontarlo. ¿Te suena? Cuando llegas a ese momento, parece que no hay escapatoria… Has llegado a tu límite, no hay salida, estás paralizado, no sabes que hacer, tu memoria RAM está llena y saturada.
Te dices para ti mismo “no puedo aguantar más”… Y entonces, hay viene otro “regalo” de la caprichosa Tique (la diosa de la Fortuna) que tampoco viniste venir y que te explota en la cara.
Entonces, en algún lugar de tu mente una voz estruendosa suena retumbando todas las paredes de tu cerebro diciendo “¿Seré capaz de salir de esta?”
Cuando llegas a ese punto, donde todo parece ir en contra tuya, hasta tal manera que sientes que no puedes aguantar ni un solo minuto más. Bien, cuando llegues ahí, porque llegarás, o si ahora mismo estás ahí, recuerda estas tres palabras:
Continúa hacia delante
Ya que es en ese punto exacto donde tu carácter, espíritu y virtud serán puestos a prueba. Además de ser entrenados, fortalecidos y blindados si continúas resistiendo todos esos golpes de la fortuna, o por otro lado, echarás todas tus buenas y divinas cualidades a perder si bajas los brazos.
Si continúas, te puedo asegurar que todo dará un giro inesperado de 180º, quizá no instantáneamente, a lo mejor no en unos días, pero seguro en unas semanas. Y saldrás de ahí hecho un titán, sabrás que saliste del peor lugar posible, la trampa mortal de creer que todo nos pasa a nosotros y no creer que todo pasa por nosotros.
Continúa hacia delante, pase lo que pase y venga lo que venga, porque, créeme, es lo único que puedes hacer para salir de donde sea y entrar donde sea. Ese es el principio de una actitud imparable.
Esa es la herramienta que te ayudará a llevar una gran vida, porque inevitablemente la vida va en un solo sentido y dirección, hacia delante.
Atribución imagen: IED.